17/12/2017, 15:00
La pequeña discusión continuó. El cliente aseguraba ser un shinobi extranjero, de hecho, mostró su bandana cosa que Rika no vio en un principio, porque solamente estaba escuchando, sin llegar a fijar la mirada en ellos. Por su parte, ella llevaba la bandana atada al cinturón. Pero el hombre dudaba de ello, y es qué, había mucha riña y odio entre las dos riberas, pueblos destinados a la guerra entre ellos mismos.
La discusión se elevó un poco más, y la kunoichi no quiso meterse en aquello. Simplemente continuó su cena tranquilamente hasta que el dichoso genin de amegakure desapareció el puesto. Fue entonces cuando fue a pagar, y a hablar con aquel hombre.
- No esparcirá ese rumor. – Le dijo, aunque no pareció tener mucho efecto en el hombre. –Si él es un genin de Amegakure, es cosa entre shinobis. Déjeme ocuparme de ello. – Propuso. No sabía si aquel hombre se fiaría de ella, de hecho, ella misma pensaba que no, pero lo intentó.
Salió del lugar e intento seguir la pista de ese joven. No es que quisiera detenerlo ni mucho menos, pero le intrigaba el hecho de que existiera un animal así, él se lo creyera y hubiera venido desde tan lejos a buscarlo. Para Rika, aquello olía a mentira a kilómetros. No se fiaba un pelo de las palabras de él, pero si qué de alguna forma, pensaba que la parte de ser un ninja era creíble.
Caminó por un par de calles más pero no encontró nada, ni rastro de aquel joven. Tampoco sabía su nombre, solamente sus vestimentas de reojo y poco más. Bien sabía que aquello no era tarea de ella y tampoco debía inmiscuirse en algo que pudiera llevarla a problemas para la aldea y el país.
Se controlaría, pero ahora tenía que buscarlo, antes de que el hombre del puesto de ramen difundiera ese error.
- ¡Chico de Amegakure! – Gritó. – ¿Dónde estás?
La discusión se elevó un poco más, y la kunoichi no quiso meterse en aquello. Simplemente continuó su cena tranquilamente hasta que el dichoso genin de amegakure desapareció el puesto. Fue entonces cuando fue a pagar, y a hablar con aquel hombre.
- No esparcirá ese rumor. – Le dijo, aunque no pareció tener mucho efecto en el hombre. –Si él es un genin de Amegakure, es cosa entre shinobis. Déjeme ocuparme de ello. – Propuso. No sabía si aquel hombre se fiaría de ella, de hecho, ella misma pensaba que no, pero lo intentó.
Salió del lugar e intento seguir la pista de ese joven. No es que quisiera detenerlo ni mucho menos, pero le intrigaba el hecho de que existiera un animal así, él se lo creyera y hubiera venido desde tan lejos a buscarlo. Para Rika, aquello olía a mentira a kilómetros. No se fiaba un pelo de las palabras de él, pero si qué de alguna forma, pensaba que la parte de ser un ninja era creíble.
Caminó por un par de calles más pero no encontró nada, ni rastro de aquel joven. Tampoco sabía su nombre, solamente sus vestimentas de reojo y poco más. Bien sabía que aquello no era tarea de ella y tampoco debía inmiscuirse en algo que pudiera llevarla a problemas para la aldea y el país.
Se controlaría, pero ahora tenía que buscarlo, antes de que el hombre del puesto de ramen difundiera ese error.
- ¡Chico de Amegakure! – Gritó. – ¿Dónde estás?