17/12/2017, 16:44
Ni uno solo de los genins fue capaz de repetir las mociones de su nuevo maestro. Un golpe bajo por su parte, quizás, uno más de una larga lista que iba en aumento, pero al fin y al cabo aquella era la cruda lección que deseaba impartirles a sus pupilos: nunca confiarse y esperar lo inesperado. Estricto y ácido, tal y como Ralexion lo había catalogado con anterioridad, pero a su vez innegablemente sabio.
—Uchiha Ralexion —y al moreno le recorrió un escalofrío por la espalda—. Ryōtarō Ritsuko y Sarutobi Rika —los fue nombrando de una forma que a Ralexion se le hizo solemne—. En cualquier momento os pueden preguntar cualquier cosa, sorprenderos, atacaros, tenderos una trampa. Mi deber es formaros como equipo y actuéis como equipo. He visto vuestros expedientes, sé que sois capaces cada uno de vosotros. Sed sinceros con vosotros mismos, y con vuestros compañeros.
En tal caso, Raiden era consciente de las peculiares circunstancias del muchacho. No le sorprendió; al revés, era un hecho con el que el kusajin ya contaba desde el primer momento. Incluso así no detectaba ningún tipo de desconfianza por parte del rubio hacia su persona, algo que le tranquilizaba.
—Debéis tener ojos en todos lados. Oídos, escuchando todo. Y por supuesto un espíritu que mantenga todo ello —manifestó, y el joven escuchó con especial atención.
—Sentaros —les dijo, a lo que Ralexion obedeció sentándose de la misma manera que el sensei—. Comencemos. ¿Cuál es vuestro mayor miedo? ¿Qué es a lo que teméis habiendo escogido este camino? —cuestionó— ¿Quién será el primero?
El Uchiha alzó la diestra.
—Empezaré yo. Mi mayor miedo es perder a la única persona que me queda en este mundo —explicó con tono neutral, sin entrar en mayores detalles—. Mi camino no me produce temor alguno, no se me dio elección a la hora de recorrerlo y por ello temer me parece inútil.
Remató, duro e incluso algo taciturno.
—Uchiha Ralexion —y al moreno le recorrió un escalofrío por la espalda—. Ryōtarō Ritsuko y Sarutobi Rika —los fue nombrando de una forma que a Ralexion se le hizo solemne—. En cualquier momento os pueden preguntar cualquier cosa, sorprenderos, atacaros, tenderos una trampa. Mi deber es formaros como equipo y actuéis como equipo. He visto vuestros expedientes, sé que sois capaces cada uno de vosotros. Sed sinceros con vosotros mismos, y con vuestros compañeros.
En tal caso, Raiden era consciente de las peculiares circunstancias del muchacho. No le sorprendió; al revés, era un hecho con el que el kusajin ya contaba desde el primer momento. Incluso así no detectaba ningún tipo de desconfianza por parte del rubio hacia su persona, algo que le tranquilizaba.
—Debéis tener ojos en todos lados. Oídos, escuchando todo. Y por supuesto un espíritu que mantenga todo ello —manifestó, y el joven escuchó con especial atención.
—Sentaros —les dijo, a lo que Ralexion obedeció sentándose de la misma manera que el sensei—. Comencemos. ¿Cuál es vuestro mayor miedo? ¿Qué es a lo que teméis habiendo escogido este camino? —cuestionó— ¿Quién será el primero?
El Uchiha alzó la diestra.
—Empezaré yo. Mi mayor miedo es perder a la única persona que me queda en este mundo —explicó con tono neutral, sin entrar en mayores detalles—. Mi camino no me produce temor alguno, no se me dio elección a la hora de recorrerlo y por ello temer me parece inútil.
Remató, duro e incluso algo taciturno.