18/12/2017, 18:19
Rika vociferaba, intentando encontrarle entre aquellas calles de la zona comercial, todos cerrados en aquellas horas, la noche había caído y no había lugar abierto para su disfrute o compra. Podía ser fácil encontrarle o, por el contrario, podría ser que fuera más difícil. Continuó buscándolo un poco más hasta que, se alguna forma, él la encontró a ella. El chico pelirrojo preguntó, y ella asintió a la cuestión que acababan de hacerle.
- Así es. – Le respondió seriamente, mientras alzaba un poco su cuello para poder mirarle directamente.
En efecto, portaba una bandana y con el símbolo de la villa de uzushiogakure, tal y como había dicho en el local. ¿Qué motivos habría para robar una bandana y hacerse pasar por un ninja en un lugar tan lejano a su villa como aquel? La sarutobi tenía dudas acerca de muchísimas cosas, poniendo en cuestión la mitad de todo aquel barullo.
- Te aconsejo que abandones esta ciudad. – Aconsejó. Pareció un poco seria, incluso como si estuviera dándole una orden, pero enseguida pensó que aquello podría molestarla e intentó explicar el asunto. – Quiero decir, si de verdad eres un shinobi, que yo no lo pongo en duda, por no armar jaleo, me iría. No creo que quieras que tengamos problemas entre aldeas…
Por lo que se comentaba, y tras haber pasado los últimos sucesos las cosas estaban bastante tensas entre los terrenos ninja. Y ya no solamente era eso, sino la rivalidad de las dos riberas que reinaba en aquellos parajes.
- Aquel hombre no se creyó tu historia. – Continuó. – De hecho, creyó que yo iba contigo. Que estúpido ¿verdad? A mí también me parece que es un poco tonto… – Añadía a la conversación. – No pude evitar lo de la gallina de huevos azules, parece una historia de fantasía para niños…no me lo creo. Pero sí que eres un shinobi, así qué, arreglemos esto de forma pacífica. Si la cosa va a más, dentro de un rato tendrás un grupo de guardias buscándote, o peor, cientos de aldeanos creyendo que eres un enemigo de la ribera norte.
Incidió en forma pacífica y en la explicación de porqué, sería perseguidos como si una caza de brujas se tratase. Si aquello se elevaba, incluso ella sería perseguida, porque aquel hombre esparciría el rumor de ella que antes había utilizado como argumento para acusar. Pero ella, teniendo la banda de kusagakure tenía posibilidades de escudarse en ella y de que, el pueblo la creyese. O eso pensaba ella.
- Así es. – Le respondió seriamente, mientras alzaba un poco su cuello para poder mirarle directamente.
En efecto, portaba una bandana y con el símbolo de la villa de uzushiogakure, tal y como había dicho en el local. ¿Qué motivos habría para robar una bandana y hacerse pasar por un ninja en un lugar tan lejano a su villa como aquel? La sarutobi tenía dudas acerca de muchísimas cosas, poniendo en cuestión la mitad de todo aquel barullo.
- Te aconsejo que abandones esta ciudad. – Aconsejó. Pareció un poco seria, incluso como si estuviera dándole una orden, pero enseguida pensó que aquello podría molestarla e intentó explicar el asunto. – Quiero decir, si de verdad eres un shinobi, que yo no lo pongo en duda, por no armar jaleo, me iría. No creo que quieras que tengamos problemas entre aldeas…
Por lo que se comentaba, y tras haber pasado los últimos sucesos las cosas estaban bastante tensas entre los terrenos ninja. Y ya no solamente era eso, sino la rivalidad de las dos riberas que reinaba en aquellos parajes.
- Aquel hombre no se creyó tu historia. – Continuó. – De hecho, creyó que yo iba contigo. Que estúpido ¿verdad? A mí también me parece que es un poco tonto… – Añadía a la conversación. – No pude evitar lo de la gallina de huevos azules, parece una historia de fantasía para niños…no me lo creo. Pero sí que eres un shinobi, así qué, arreglemos esto de forma pacífica. Si la cosa va a más, dentro de un rato tendrás un grupo de guardias buscándote, o peor, cientos de aldeanos creyendo que eres un enemigo de la ribera norte.
Incidió en forma pacífica y en la explicación de porqué, sería perseguidos como si una caza de brujas se tratase. Si aquello se elevaba, incluso ella sería perseguida, porque aquel hombre esparciría el rumor de ella que antes había utilizado como argumento para acusar. Pero ella, teniendo la banda de kusagakure tenía posibilidades de escudarse en ella y de que, el pueblo la creyese. O eso pensaba ella.