19/12/2017, 18:34
Una vez los tres estaban reunidos, el paquete llegó a su hora. Nada más y nada menos que volando, y no por la rapidez de este, sino porque un ave, de la especie de los halcones se acercaba a una moderada velocidad a ellos para dejar caer el portentoso pergamino que contenía los datos de la misión sobre la cabeza del uchiha. Rika se llevó la mano a la mandíbula y tapó su boca, que lentamente y progresivamente comenzaba a esbozar una sonrisa que acabó en disimulada carcajada.
Ralexion pedía más cuidado para la próxima entrega, pero era gracioso porque estaba casi seguro de que aquello lo había hecho a propósito y no un fallo de cautela. Raiden sensei había cuidado los detalles. Rika estaba segura de ello, y no ponía en duda aquello. Lo único que le impactó fue ver a un halcón hablar, pues para ella, eso era nuevo.
Iba a recuperar la compostura, cuando llegó el segundo regalo. Este fue para Ritsuko. Entonces no pudo contenerse más y echó a reír. A carcajada limpia la sarutobi se mofaba de la situación que allí acababa de ocurrir, habiendo olvidado incluso porqué estaban allí y el tipo de día que era aquel lluvioso.
-Jajajajajajaja – Rió, hasta que se detuvo de golpe, dándose cuenta de que ella podía ser el tercer objetivo de las travesuras. Se intentó poner a cubierto por si acaso ocurría algo, pero no fue el caso, por alguna razón ella se había salvado, aquella vez.
Recuperó el hilo de la conversación, introduciéndose en ella cuando Ralexion comenzó a explicar la misión. Rika no necesitaba volverlo a leer, pues le había quedado claro el objetivo de la misión aunque se lo pidió por cortesía y lo releyó un par de veces más.
- Vamos, que nos toca trabajar como albañiles… – No le hacía mucha gracia, le parecía algo aburrido y ella en concreto no tenía especial interés con ello. – Pero dice que han sido vandalizados y destruidos, ¿qué hay de esa gente que lo hizo? ¿Vamos a buscarlos? – Eso último ya le gustaba más, y pensaría en que podría encontrar a los culpables de aquel acto como la excusa para sentirse a gusto con aquella misión.
Ralexion pedía más cuidado para la próxima entrega, pero era gracioso porque estaba casi seguro de que aquello lo había hecho a propósito y no un fallo de cautela. Raiden sensei había cuidado los detalles. Rika estaba segura de ello, y no ponía en duda aquello. Lo único que le impactó fue ver a un halcón hablar, pues para ella, eso era nuevo.
Iba a recuperar la compostura, cuando llegó el segundo regalo. Este fue para Ritsuko. Entonces no pudo contenerse más y echó a reír. A carcajada limpia la sarutobi se mofaba de la situación que allí acababa de ocurrir, habiendo olvidado incluso porqué estaban allí y el tipo de día que era aquel lluvioso.
-Jajajajajajaja – Rió, hasta que se detuvo de golpe, dándose cuenta de que ella podía ser el tercer objetivo de las travesuras. Se intentó poner a cubierto por si acaso ocurría algo, pero no fue el caso, por alguna razón ella se había salvado, aquella vez.
Recuperó el hilo de la conversación, introduciéndose en ella cuando Ralexion comenzó a explicar la misión. Rika no necesitaba volverlo a leer, pues le había quedado claro el objetivo de la misión aunque se lo pidió por cortesía y lo releyó un par de veces más.
- Vamos, que nos toca trabajar como albañiles… – No le hacía mucha gracia, le parecía algo aburrido y ella en concreto no tenía especial interés con ello. – Pero dice que han sido vandalizados y destruidos, ¿qué hay de esa gente que lo hizo? ¿Vamos a buscarlos? – Eso último ya le gustaba más, y pensaría en que podría encontrar a los culpables de aquel acto como la excusa para sentirse a gusto con aquella misión.