20/12/2017, 11:24
—Cuando yo necesito ayuda, vosotros os marcháis, dándome la espalda, y seguís a la vuestra, preocupándoos solo por vosotros mismos, pero cuando sois vosotros los que estáis en problema y yo decido no interferir, me lanzáis miradas de recelo y exigís una respuesta —replicó Jin, y Ayame parpadeó, boquiabierta y notablemente confundida. Intercambió una mirada interrogante con Riko y Juro, pero ellos parecían tan estupefactos como ella—. Ah, pero no lo recordáis, claro, porque todos vosotros salisteis disparados hacia la habitación en cuanto visteis el rayo de luz, dejándome atrás, y mientras yo suplicaba por ayuda, vosotros ya no estabais ahí, así que, ¿cómo os atrevéis a exigirme con vuestras miradas y preguntas algo que vosotros mismos me negasteis?
—¿Qué? ¿Pero cuándo...? —comenzó a preguntar, irritada ante el comportamiento de Jin, pero entonces se escuchó una nueva carcajada proveniente de todas partes y ninguna, y Ayame volvió a encogerse sobre sí misma con un grito terror.
Las puertas se cerraron con un violento portazo. Los grifos se abrieron de golpe, y pese a que cuando Jin los comprobó no salió nada de ellos, ahora brotaba de ellos a presión un líquido viscoso de un asqueroso tono marrón. Fuera lo que fuera aquello, no tardó en llenar los lavabos y comenzó a desbordarse sobre el suelo a una velocidad antinatural. Y Ayame, en un acto reflejo, se subió de un salto a la encimera más cerca que tenía. Por nada del mundo quería tocar aquel líquido, fuera lo que fuera. ¿Pero qué era? ¿Agua contaminada con hierro? ¿Alguna sustancia tóxica? ¿Sangre...? ¿Algo peor...?
—¡No, no, no! —aulló Juro, abalanzándose sobre los grifos intentando cerrarlos—. ¡No se cierran! ¡No se cierran!
—¡Tenemos que salir de aquí! —exclamó Ayame, pero no se atrevió a moverse del sitio.
—No hay más salidas. ¡Solo esa puerta cerrada!
—¡Vamos joder, tenemos que salir de aquí!
Fue Riko el que tomó la iniciativa. Haciendo gala de un valor que los demás estaban lejos de sentir, rescató la pieza del puzzle antes de que terminara sumergida en aquel extraño líquido y después se dirigió hacia la puerta.
«No se va a abrir... igual que no se cierran los grifos...» Pensó una pesimista y aterrorizada Ayame, que comenzó a mirar a su alrededor con desesperación, buscando una salida alternativa a aquella puerta. Una ventana, un sumidero de ventilación de humos, cualquier hueco lo suficientemente amplio para que pudieran pasar a través de él serviría...
—¿Qué? ¿Pero cuándo...? —comenzó a preguntar, irritada ante el comportamiento de Jin, pero entonces se escuchó una nueva carcajada proveniente de todas partes y ninguna, y Ayame volvió a encogerse sobre sí misma con un grito terror.
Las puertas se cerraron con un violento portazo. Los grifos se abrieron de golpe, y pese a que cuando Jin los comprobó no salió nada de ellos, ahora brotaba de ellos a presión un líquido viscoso de un asqueroso tono marrón. Fuera lo que fuera aquello, no tardó en llenar los lavabos y comenzó a desbordarse sobre el suelo a una velocidad antinatural. Y Ayame, en un acto reflejo, se subió de un salto a la encimera más cerca que tenía. Por nada del mundo quería tocar aquel líquido, fuera lo que fuera. ¿Pero qué era? ¿Agua contaminada con hierro? ¿Alguna sustancia tóxica? ¿Sangre...? ¿Algo peor...?
—¡No, no, no! —aulló Juro, abalanzándose sobre los grifos intentando cerrarlos—. ¡No se cierran! ¡No se cierran!
—¡Tenemos que salir de aquí! —exclamó Ayame, pero no se atrevió a moverse del sitio.
—No hay más salidas. ¡Solo esa puerta cerrada!
—¡Vamos joder, tenemos que salir de aquí!
Fue Riko el que tomó la iniciativa. Haciendo gala de un valor que los demás estaban lejos de sentir, rescató la pieza del puzzle antes de que terminara sumergida en aquel extraño líquido y después se dirigió hacia la puerta.
«No se va a abrir... igual que no se cierran los grifos...» Pensó una pesimista y aterrorizada Ayame, que comenzó a mirar a su alrededor con desesperación, buscando una salida alternativa a aquella puerta. Una ventana, un sumidero de ventilación de humos, cualquier hueco lo suficientemente amplio para que pudieran pasar a través de él serviría...