28/12/2017, 18:18
Ralexion afirmaba que tenía el mapa en su propia mente, sabía cómo llegar hasta el lugar, así qué, Rika guardó el pergamino en uno de sus bolsillos, bajo la capa y cercano al portaobjetos, donde llevaba su kunai. Era gracioso que en aquel grupo solamente ella fuera protegida de la lluvia, y a pesar de insistirle a Ralexion con que se abrigara, él había hecho caso omiso de las advertencias.
Rika se encogió de hombros cuando él comentó que no había que preocuparse tanto por él sino por la misión. En ello tenía razón, debíamos llegar cuanto antes, nos gustase o no. La kunoichi aceleró el paso, aumentando el ritmo y poniéndose al nivel de que compañero. Para ella era su primera misión en equipo y a pesar de no compartir el trabajo que tendrían que realizar, debía dar una buena imagen.
- Estamos cerca. – Comentó la joven de la cabellera multicolor, e indicando con la mano y el brazo levantado un lugar que pronto sería más cercano para todos.
Sintió como una pequeña emoción creciendo en su interior, unos pequeños nervios, puesto que aún, la idea de que pudiera haber malhechores por la zona no había abandonado su mente. Seguía pensando que, si eliminaban el problema de raíz, cazándolos, sería más efectivo que reparar templos habiendo dejado aquella gente campar a sus anchas, pues volvería a atentar cuando menos se dieran cuenta.
Se quitó la bandana del cinturón, y retirándose la capucha hacia atrás, dejando ver su pelo, se colocó como pudo la bandana en su frente, dejándola a la vista para su fácil identificación pues el primer objetivo de la misión estaba cercano
Rika se encogió de hombros cuando él comentó que no había que preocuparse tanto por él sino por la misión. En ello tenía razón, debíamos llegar cuanto antes, nos gustase o no. La kunoichi aceleró el paso, aumentando el ritmo y poniéndose al nivel de que compañero. Para ella era su primera misión en equipo y a pesar de no compartir el trabajo que tendrían que realizar, debía dar una buena imagen.
- Estamos cerca. – Comentó la joven de la cabellera multicolor, e indicando con la mano y el brazo levantado un lugar que pronto sería más cercano para todos.
Sintió como una pequeña emoción creciendo en su interior, unos pequeños nervios, puesto que aún, la idea de que pudiera haber malhechores por la zona no había abandonado su mente. Seguía pensando que, si eliminaban el problema de raíz, cazándolos, sería más efectivo que reparar templos habiendo dejado aquella gente campar a sus anchas, pues volvería a atentar cuando menos se dieran cuenta.
Se quitó la bandana del cinturón, y retirándose la capucha hacia atrás, dejando ver su pelo, se colocó como pudo la bandana en su frente, dejándola a la vista para su fácil identificación pues el primer objetivo de la misión estaba cercano