29/12/2017, 14:52
Raiden estaba planificando una situación que podía ocurrirnos en cualquier momento de nuestra vida, en medio de una misión, o, por el contrario, un combate amistoso. El prefería analizar primeramente la situación antes de actuar pues un paso en falso podía llevarte a una gran derrota abrumadora. El alumno, se posicionó atrás, y tornó el color de sus ojos.
- ¿Qué es eso? – Preguntó Rika, casi susurrando. Pensó que sería el reflejo de la luz en sus gafas o algún efecto óptico. Pues no sabía nada de ello, ni lo había estudiado.
El instructor sonrió ante la expresión de confusión e intriga de Rika, la cual no entendía muy bien lo que ocurría.
- Y tú Rika, ¿qué harías? – Preguntó. La joven sarutobi giró su vista hacia él. ¿Qué pretendía? No lo tenía muy claro, pero parecía que el maestro nos estaba colocando en un duelo. – Adelante. – La incitó a que comenzara ella.
No lo tenía muy claro, pues no portaba todo su arsenal allí. La situación le daba más inri a la pelea. No tener los recursos suficientes, no haberlo previsto y, además, con un momento en el que una compañera había abandonado el lugar. ¿Qué podía hacer ella?
- ¡Vamos allá! – Indicó, mientras se lanzaba en línea recta contra Ralexion.
En mitad de la marcha, hizo un conjunto de sellos con las dos manos, de forma muy rápida, y con unas pequeñas nubes de humo, dos rikas salieron, una a cada lado de ella. Estas se juntaron y cambiaron posiciones con la original en mitad de la marcha, con la intención de llegar hasta el él y golpearle con un sencillo puñetazo.
- ¿Qué es eso? – Preguntó Rika, casi susurrando. Pensó que sería el reflejo de la luz en sus gafas o algún efecto óptico. Pues no sabía nada de ello, ni lo había estudiado.
El instructor sonrió ante la expresión de confusión e intriga de Rika, la cual no entendía muy bien lo que ocurría.
- Y tú Rika, ¿qué harías? – Preguntó. La joven sarutobi giró su vista hacia él. ¿Qué pretendía? No lo tenía muy claro, pero parecía que el maestro nos estaba colocando en un duelo. – Adelante. – La incitó a que comenzara ella.
No lo tenía muy claro, pues no portaba todo su arsenal allí. La situación le daba más inri a la pelea. No tener los recursos suficientes, no haberlo previsto y, además, con un momento en el que una compañera había abandonado el lugar. ¿Qué podía hacer ella?
- ¡Vamos allá! – Indicó, mientras se lanzaba en línea recta contra Ralexion.
En mitad de la marcha, hizo un conjunto de sellos con las dos manos, de forma muy rápida, y con unas pequeñas nubes de humo, dos rikas salieron, una a cada lado de ella. Estas se juntaron y cambiaron posiciones con la original en mitad de la marcha, con la intención de llegar hasta el él y golpearle con un sencillo puñetazo.