29/12/2017, 23:49
Conforme avanzaban, el calvo disminuyó dramáticamente el ritmo que debían estar encaminando. El susodicho afirmó que le daba vértigo la velocidad, lo cuál dejó perplejo al dueño de los caballos. No entendía como alguien que tenía pánico a la velocidad había elegido un oficio tan fugaz y abrupto como podía ser el de shinobi. Quizás no era mas que una broma, una no demasiado elaborada, pues no tenía ni pies ni cabeza.
—¿En serio? —el hombre no dudó, y preguntó. No, no le cabía en la cabeza que un shinobi tuviese vértigo a la velocidad.
Sin embargo, la conversación continuó por otro fluyente. Tras la breve explicación del hombre, al chico no le aparecían mas que dudas y mas dudas. Sin demora, las expuso, en pos de que el hombre le facilitase alguna que otra respuesta. Preguntó el porqué no iban a casa de la chica y preguntaban, a él se le hacía fácil verlo así.
—Pues... hace casi dos semanas que está desaparecida la chica. Nadie va a buscarla al pueblo porque dicen que está embrujado, yo mismo le prohibí a mi hija que fuese a buscar a su amiga al pueblo... No sabíamos que hacer, y nos pusimos en contacto con Amegakure, pero como no hay indicios de nada... no hay nada que hacer salvo ésta pequeña expedición.
»Y ahora, pongamonos serios, y avancemos mas apurados. A éste ritmo no llegamos ni en tres días de viaje.
—¿En serio? —el hombre no dudó, y preguntó. No, no le cabía en la cabeza que un shinobi tuviese vértigo a la velocidad.
Sin embargo, la conversación continuó por otro fluyente. Tras la breve explicación del hombre, al chico no le aparecían mas que dudas y mas dudas. Sin demora, las expuso, en pos de que el hombre le facilitase alguna que otra respuesta. Preguntó el porqué no iban a casa de la chica y preguntaban, a él se le hacía fácil verlo así.
—Pues... hace casi dos semanas que está desaparecida la chica. Nadie va a buscarla al pueblo porque dicen que está embrujado, yo mismo le prohibí a mi hija que fuese a buscar a su amiga al pueblo... No sabíamos que hacer, y nos pusimos en contacto con Amegakure, pero como no hay indicios de nada... no hay nada que hacer salvo ésta pequeña expedición.
»Y ahora, pongamonos serios, y avancemos mas apurados. A éste ritmo no llegamos ni en tres días de viaje.