30/12/2017, 22:49
Se suponía que con esos shurikens los dos hombres deberían de quedarse quietos, pero lograron reaccionar a tiempo para que los daños fuesen simplemente superficiales, motivo por el que se le dibujó una mueca de desagrado a la pelirroja y tras lo cual extrajo uno de sus kunais del portaobjetos.
Estaba en clara desventaja, eran dos contra uno e iban mejor armados, o por lo menos uno de ellos, el otro solo parecía cargar con un tantō, arma que no tiene demasiada diferencia respecto a un kunai común y corriente.
Pero aquella sería la menor de sus preocupaciones ya que su compañero se reincorporó, teniendo la brillante idea de levantar una polvareda dentro de la pequeña cabaña y sin molestarse en dar aviso a la kunoichi que —al igual que los bandidos— quedó cegada y también, al no estar atenta a los movimientos de Masaki terminó inhalando algo de ese polvo.
—Pero… —balbuceó sin parar de toser.
Dejó caer el globo al piso y buscó alejarse lo más posible del ubicación donde recordaba estaban los bandidos. Instante en el que sintió algo que la rozó y próximamente unas palabras llegaron a sus oídos. «¡Podrías haber avisado! »se quejó, mientras se dirigía al lugar por el que había escuchado la voz, claro que iba con manos extendidas y con sumo cuidado, lo último que quería era tener un accidente en ese preciso instante.
Lo positivo de esto es que con la ventana abierta y el temporal de afuera, la nube de polvo se disipó considerablemente rápido y Ritsuko fue capaz de ver la ventana rota por la que Masaki habría pasado momentos atrás.
Sin perder más tiempo, pasaría también siguiendo al chico.
Estaba en clara desventaja, eran dos contra uno e iban mejor armados, o por lo menos uno de ellos, el otro solo parecía cargar con un tantō, arma que no tiene demasiada diferencia respecto a un kunai común y corriente.
Pero aquella sería la menor de sus preocupaciones ya que su compañero se reincorporó, teniendo la brillante idea de levantar una polvareda dentro de la pequeña cabaña y sin molestarse en dar aviso a la kunoichi que —al igual que los bandidos— quedó cegada y también, al no estar atenta a los movimientos de Masaki terminó inhalando algo de ese polvo.
—Pero… —balbuceó sin parar de toser.
Dejó caer el globo al piso y buscó alejarse lo más posible del ubicación donde recordaba estaban los bandidos. Instante en el que sintió algo que la rozó y próximamente unas palabras llegaron a sus oídos. «¡Podrías haber avisado! »se quejó, mientras se dirigía al lugar por el que había escuchado la voz, claro que iba con manos extendidas y con sumo cuidado, lo último que quería era tener un accidente en ese preciso instante.
Lo positivo de esto es que con la ventana abierta y el temporal de afuera, la nube de polvo se disipó considerablemente rápido y Ritsuko fue capaz de ver la ventana rota por la que Masaki habría pasado momentos atrás.
Sin perder más tiempo, pasaría también siguiendo al chico.