2/01/2018, 01:41
—¿Huh?, ¿y tú quién eres?— Exclamó el Isa, volteándose a ver al recién llegado, pero no sin esforzándose un poco en levantar la vista debido a la diferencia de alturas.
"Pareciera que lleva un tatuaje... ¿Será algún ninja de rango alto? Por su edad podría deducir que quizás sea un chunin, aunque... No lo sé, no parece alguien con muchas luces viniendo a intervenir cómo lo hizo." No le iba a prestar mayor importancia, el asunto era -según él- sólo entre dos personas; aunque el tendero no tardó en reaccionar ante lo dicho por el de los ojos blanquecinos. Hubo unos segundos de silencio, dónde los dos se quedaron viendo al recién llegado.
—No me digas que tú eres otro shinobi de segunda—. Parecía que quería salirse del local sólo para plantarse cara a cara, pero el mostrador le impedía mostrar una postura más amenazante. —Absurdo es creer que me vas a convencer de esa manera. Es mi tienda y yo decido a quién venderle. Si lo que quieres comprar es para él, pues te puedes ir a la misma mierda junto a tu compañerito.— Sonrió divertido, seguro de que acababa de ganar la discusión.
—Oeh tú, no te lo tomes mal, pero este bruto poco y nada entiende de razones. Tuve bronca con él hace tiempo. Puedo asegurar que este tipo es un delincuente juvenil que se la pasaba pintando paredes.—. Le espetó al de cabellos castaños, regresando luego su vista al encargado de despachar. —Mira, fracasadito. No ando de humor para andar lidiando con rencillas de quién sabe cuando. Agradéceme que en mi infinita benevolencia, la última vez tenía otras cosas que hacer. Ahora, dame un bombón con relleno de chicle y puede que considere pasarte esto por alto—. La verdad, es que no tenía la más mínima intención en irse a los golpes. Pero no iba a dejar que le ganaran la conversación sin tener él la razón. "Aunque quizás me pasé un poco." Se lamentó a las últimas.
"Pareciera que lleva un tatuaje... ¿Será algún ninja de rango alto? Por su edad podría deducir que quizás sea un chunin, aunque... No lo sé, no parece alguien con muchas luces viniendo a intervenir cómo lo hizo." No le iba a prestar mayor importancia, el asunto era -según él- sólo entre dos personas; aunque el tendero no tardó en reaccionar ante lo dicho por el de los ojos blanquecinos. Hubo unos segundos de silencio, dónde los dos se quedaron viendo al recién llegado.
—No me digas que tú eres otro shinobi de segunda—. Parecía que quería salirse del local sólo para plantarse cara a cara, pero el mostrador le impedía mostrar una postura más amenazante. —Absurdo es creer que me vas a convencer de esa manera. Es mi tienda y yo decido a quién venderle. Si lo que quieres comprar es para él, pues te puedes ir a la misma mierda junto a tu compañerito.— Sonrió divertido, seguro de que acababa de ganar la discusión.
—Oeh tú, no te lo tomes mal, pero este bruto poco y nada entiende de razones. Tuve bronca con él hace tiempo. Puedo asegurar que este tipo es un delincuente juvenil que se la pasaba pintando paredes.—. Le espetó al de cabellos castaños, regresando luego su vista al encargado de despachar. —Mira, fracasadito. No ando de humor para andar lidiando con rencillas de quién sabe cuando. Agradéceme que en mi infinita benevolencia, la última vez tenía otras cosas que hacer. Ahora, dame un bombón con relleno de chicle y puede que considere pasarte esto por alto—. La verdad, es que no tenía la más mínima intención en irse a los golpes. Pero no iba a dejar que le ganaran la conversación sin tener él la razón. "Aunque quizás me pasé un poco." Se lamentó a las últimas.