2/01/2018, 12:09
« Vaya vaya, el niñato este los tiene bien puestos al menos. ¿Pero de verdad es "su" tienda? Quizás la de un familiar... » - pensó Dan, ahora tenía curiosidad y por puro instinto activó el byakugan. Empezó a observar la tienda, la parte de atrás y vio algo curioso.
Bueeeno... Pues me gustaría poner una hoja de reclamaciones y... ¿Sabe el verdadero dueño que haces apuestas jugando a las cartas en la trastienda con gente? Supongo que podría añadir eso también a la carta de reclamación, ya que has tardado en atendernos, saliendo de la parte de atrás, maldiciendo por haber perdido una ronda en la que habías apostado algo valioso... - Lo de la apuesta era puro invento, pero que había allí un puñado de cartas no lo era, aunque no había rastros de mas personas, pero eso el dueño tampoco lo sabia.
Antes de que digas nada, si es posible que no nos crea, pero igual es posible convencerle para que haga una investigación, y así generaríamos trabajo para nosotros, los shinobis prepotentes, yo me ofrecería encantado a una misión tan simple... Y ya sabes como puede acabar todo, a no ser que dejes de ser tu el vendedor prepotente y chulo, y hagas tu trabajo como debe ser. En la vida das de lo que recibes chaval - todo era una hipotesis, podría salir como Dan pensaba o no, pero valía la pena intentarlo, todas las palabras que salieron de su boca, lo hicieron con firmeza y seguridad, junto a una sonrisa de seguridad, costaba creer que ese era el mismo joven que estaba hace unos minutos en la calle, pensando en nada.
Bueeeno... Pues me gustaría poner una hoja de reclamaciones y... ¿Sabe el verdadero dueño que haces apuestas jugando a las cartas en la trastienda con gente? Supongo que podría añadir eso también a la carta de reclamación, ya que has tardado en atendernos, saliendo de la parte de atrás, maldiciendo por haber perdido una ronda en la que habías apostado algo valioso... - Lo de la apuesta era puro invento, pero que había allí un puñado de cartas no lo era, aunque no había rastros de mas personas, pero eso el dueño tampoco lo sabia.
Antes de que digas nada, si es posible que no nos crea, pero igual es posible convencerle para que haga una investigación, y así generaríamos trabajo para nosotros, los shinobis prepotentes, yo me ofrecería encantado a una misión tan simple... Y ya sabes como puede acabar todo, a no ser que dejes de ser tu el vendedor prepotente y chulo, y hagas tu trabajo como debe ser. En la vida das de lo que recibes chaval - todo era una hipotesis, podría salir como Dan pensaba o no, pero valía la pena intentarlo, todas las palabras que salieron de su boca, lo hicieron con firmeza y seguridad, junto a una sonrisa de seguridad, costaba creer que ese era el mismo joven que estaba hace unos minutos en la calle, pensando en nada.