9/01/2018, 19:14
Ayame corrió a negarle que le debía algo, ella, sin embargo; no estaba conforme por varias razones: primera, porque prácticamente la había arrastrado hasta allí, segundo, porque Ayame no habría participado sola ni aunque la hubiesen pagado y tercero, porque en verdad había utilizado un poco de chantaje emocional para convencerla de que actuase con ella.
Tenía muchas razones para compensar a aquella muchacha.
— Está claro que yo sola no habría subido ahí arriba. Me alegro de haberte ayudado con tu motivación, al menos.
—Eso no lo dudes —contestó la joven con una sonrisa —. Pero al menos a un batido... ¿No podría invitarte? —preguntó, señalando las escaleras que daban de nuevo a una calle —. Aún es pronto, puede que algo esté abierto —corrió a decir —. Aunque si no puedes lo comprenderé, ¡pero siempre guardaré la deuda que tengo contigo en mi corazón, Ayame-san!
Tenía muchas razones para compensar a aquella muchacha.
— Está claro que yo sola no habría subido ahí arriba. Me alegro de haberte ayudado con tu motivación, al menos.
—Eso no lo dudes —contestó la joven con una sonrisa —. Pero al menos a un batido... ¿No podría invitarte? —preguntó, señalando las escaleras que daban de nuevo a una calle —. Aún es pronto, puede que algo esté abierto —corrió a decir —. Aunque si no puedes lo comprenderé, ¡pero siempre guardaré la deuda que tengo contigo en mi corazón, Ayame-san!