9/01/2018, 22:43
Afortunadamente para Ralexion —que ni de lejos tenía la forma física suficiente para cargar a su compañera todo el camino hasta Kusagakure— Rika pareció reaccionar cuando le tiró del brazo, y se limitó a seguir allá donde él la dirigiese como un automáta. Sin abandonar en ningún momento su actitud ida y aquella cara difícil de describir con la baba colgando y la boca entreabierta. Aun así, tardaría al menos una hora y media en llevar a la muchacha a un hospital y volver.
Si Ritsuko revisaba las cajas de madera que había junto al santuario —cubiertas con una lona para proteger los materiales y herramientas de la incesante lluvia— vería todo lo anteriormente descrito. Era suficiente para hacer las reparaciones que requería el santuario, y por fortuna la kunoichi no era del todo una inútil en lo que a destreza manual se refería. Había tablones del tamaño y condición perfecta para sustituir con ellos los de la parte interior. Además encontraría varias tejas para el tejado, y un rectángulo de madera con el que poder hacer un nuevo letrero.
En su contra jugaban varios factores. El primero, que tendría que hacer todo aquello sola y probablemente no sería fácil. El segundo, que empezaba a encontrarse realmente mal debido al incipiente resfriado; las manos le temblaban, notaba la cabeza embotada y estaba algo mareada. Cubrirse con la capa a destiempo poco arreglaría a esas alturas.
Si Ritsuko revisaba las cajas de madera que había junto al santuario —cubiertas con una lona para proteger los materiales y herramientas de la incesante lluvia— vería todo lo anteriormente descrito. Era suficiente para hacer las reparaciones que requería el santuario, y por fortuna la kunoichi no era del todo una inútil en lo que a destreza manual se refería. Había tablones del tamaño y condición perfecta para sustituir con ellos los de la parte interior. Además encontraría varias tejas para el tejado, y un rectángulo de madera con el que poder hacer un nuevo letrero.
En su contra jugaban varios factores. El primero, que tendría que hacer todo aquello sola y probablemente no sería fácil. El segundo, que empezaba a encontrarse realmente mal debido al incipiente resfriado; las manos le temblaban, notaba la cabeza embotada y estaba algo mareada. Cubrirse con la capa a destiempo poco arreglaría a esas alturas.