11/01/2018, 00:12
La pelirroja se presento sencillamente como Ritsuko, solo su nombre así sin más.«Bueno al menos me dijo su nombre y al final no parece ser muy sociable que digamos...bueno que se va a hacer.» La lluvia no era lo único persistentes ya que los 3 maleantes venían por el camino detrás de ellos y no parecían muy contentos que digamos.
—Por un demonio, lo que faltaba—Masaki no podía entender como fueron encontrados tan rápido, ademas 2 de ellos al menos con heridas en la piernas.—Supongo que no queda otra— El genin de Kusa se separa a unos 3 metros de Ristuko para tener margen de maniobra, ademas agarra su abanico de guerra con ambas manos y lo abre, se sentía pronto ante cualquier cosa que intenten pero el viento lo molestaba un poco para mantener su abanico abierto.
—¿Que pasa? se ven un poco cansado—Yotaro balanceaba su arma de una mano a otra mientras se dirigía derecho hacia la Kunoichi, el otro grandulón se iba derecho hacia Masaki y el tercero parecía el cual vieron fuera de la cabaña y alerto a los otros quedarse a una distancia prudente de al menos unos 15 metros.
De un momento a cada uno empezó a correr hacia su objetivo y abalanzarse para atacarlo. Masaki vio que el movimiento de ellos estaba entorpecido por el barro por lo que espero el momento justo para hacer su movimiento. —Vete a pastar— Con su abanico envolviendo al grandulón un vendaval haciéndole daño con las hojas de viento y por ultimo cayendo al piso.
—Eso dolió— Keitoro era capaz de poner en pie lo cual sorprendió a Masaki.«Parece que es un hueso duro de roer.»
—Por un demonio, lo que faltaba—Masaki no podía entender como fueron encontrados tan rápido, ademas 2 de ellos al menos con heridas en la piernas.—Supongo que no queda otra— El genin de Kusa se separa a unos 3 metros de Ristuko para tener margen de maniobra, ademas agarra su abanico de guerra con ambas manos y lo abre, se sentía pronto ante cualquier cosa que intenten pero el viento lo molestaba un poco para mantener su abanico abierto.
—¿Que pasa? se ven un poco cansado—Yotaro balanceaba su arma de una mano a otra mientras se dirigía derecho hacia la Kunoichi, el otro grandulón se iba derecho hacia Masaki y el tercero parecía el cual vieron fuera de la cabaña y alerto a los otros quedarse a una distancia prudente de al menos unos 15 metros.
De un momento a cada uno empezó a correr hacia su objetivo y abalanzarse para atacarlo. Masaki vio que el movimiento de ellos estaba entorpecido por el barro por lo que espero el momento justo para hacer su movimiento. —Vete a pastar— Con su abanico envolviendo al grandulón un vendaval haciéndole daño con las hojas de viento y por ultimo cayendo al piso.
—Eso dolió— Keitoro era capaz de poner en pie lo cual sorprendió a Masaki.«Parece que es un hueso duro de roer.»