12/01/2018, 01:23
Tal vez, lo que más me molestaba era admitir que tenía razón. No solo no sabíamos si ese era el colgante del cuervo o no, ni siquiera sabíamos si ese era de verdad el hombre que le había robado al cuervo. El animal había dado unas descripciones muy vagas tanto del objeto como de la persona que le había robado. Y aunque la vista de Daruu parecía ser muy buena, podía haberse equivocado de persona y de colgante.
Daruu se marchó. No le dije nada, no le conteste. No es que sobraran las palabras, es que no sabía cómo decirlas. Recogí mi paraguas, revise que no tenía ningún rasguño y aunque ya estaba todo mojado, me cubrí de nuevo con mi paraguas y observé la ciudad desde las alturas.
—No hace falta que me des las gracias pequeño, y espero que encuentres algo guay para tu chica.
—Y si te rechaza, es que no te merece, después de todo tu esfuerzo.
—Al final me has llamado para nada, me has cortado el capítulo en el momento más importante para absolutamente nada. Esta me la pagas.
—No cojas ejemplo de este, entonces sí que no conseguirás a ninguna chica.
—No es un adiós, es un hasta luego. — Le dije al pequeño cuervo ignorando a los otros dos. —Siempre que necesites un traductor, o que necesites algo, puedes buscarme.
Y con eso, me marché a casa. Un día mas que no había podido seguir el horario que me había propuesto. Y encima con Yoru cabreado.
Daruu se marchó. No le dije nada, no le conteste. No es que sobraran las palabras, es que no sabía cómo decirlas. Recogí mi paraguas, revise que no tenía ningún rasguño y aunque ya estaba todo mojado, me cubrí de nuevo con mi paraguas y observé la ciudad desde las alturas.
—No hace falta que me des las gracias pequeño, y espero que encuentres algo guay para tu chica.
—Y si te rechaza, es que no te merece, después de todo tu esfuerzo.
—Al final me has llamado para nada, me has cortado el capítulo en el momento más importante para absolutamente nada. Esta me la pagas.
—No cojas ejemplo de este, entonces sí que no conseguirás a ninguna chica.
—No es un adiós, es un hasta luego. — Le dije al pequeño cuervo ignorando a los otros dos. —Siempre que necesites un traductor, o que necesites algo, puedes buscarme.
Y con eso, me marché a casa. Un día mas que no había podido seguir el horario que me había propuesto. Y encima con Yoru cabreado.