16/01/2018, 01:03
Con toda la paciencia que alguien pudiera tener estando con los mocos colgando y un malestar general causado por una enfermedad, Ritsuko comenzó a poner teja tras teja, que por suerte no necesitaba demasiado trabajo, simplemente apilar una tras otra hasta finalizar cada línea. Lo malo era que luego de ubicar una buena cantidad, la pelirroja se vio obligada a bajar de nuevo para buscar más tejas.
Al hacer eso, vio a su compañero buscando los materiales para preparar el cartel, aprovechó incluso el toldo que protegía las herramientas para poder llevar a cabo su tarea, pero seguramente temblaría tanto como ella, aunque no había nada que pudiera hacer al respecto.
La kunoichi siguió con lo suyo, se dirigió al montón de tejas, cargó con tantas como pudo y las subió al tejado para luego subir ella y seguir con su pequeña tarea.
Al hacer eso, vio a su compañero buscando los materiales para preparar el cartel, aprovechó incluso el toldo que protegía las herramientas para poder llevar a cabo su tarea, pero seguramente temblaría tanto como ella, aunque no había nada que pudiera hacer al respecto.
La kunoichi siguió con lo suyo, se dirigió al montón de tejas, cargó con tantas como pudo y las subió al tejado para luego subir ella y seguir con su pequeña tarea.