16/01/2018, 20:53
—Hmm...
Efectivamente, sus padres habían muerto. Sin embargo, la segunda parte de la historia no convencía a Ralexion —de la misma forma que no satisfacería a nadie con dos dedos de frente—. Torció el gesto. Su pedazo de carne casi estaba a su gusto. Lo apretó con fiereza una última vez y lo tomó con los utensilios, permitiendo que reposase sobre el platillo. Era consciente de que sería mala idea darle un bocado hasta que no se enfriase un poco, a diferencia de Ritsuko.
—Bueno y... —tanteó, buscando las palabras adecuadas— ¿Cómo es que tus hermanos no han vuelto todavía? ¿Sabes algo de ellos?
Le resultaba obvio que era un tema delicado para Ritsuko, de ahí provenían sus ánimos para ser "discreto" y suave con sus afirmaciones, por mucho que era perfectamente consciente de que la explicación más lógica era que habían muerto. Quizás la pelirroja no quería aceptarlo. Era un sentimiento con el que el Uchiha podía identificarse.
Poco después irrumpió en el cubículo la pequeña camarera con su típica actitud alegre y jovial. Sostenía con la diestra una bandeja de madera que tenía a su vez sobre sí un recipiente con sake y dos tazas de arcilla. Dispuso ordenadamente los tres objetos sobre la mesa, el sake y su loza para Ralexion así como el zumo para Ritsuko. El vaso de la joven ya estaba lleno con el líquido que había encargado, mientras que el del pelinegro se encontraba vacío, ya que él podía servirse como quisiese y cuando quisiese de la botella.
—Espero que disfruten de una buena comida, señores clientes —afirmó tras revenciarlos.
La chiquilla se apresuró a marcharse. Ralexion quedó observando su carrera.
Efectivamente, sus padres habían muerto. Sin embargo, la segunda parte de la historia no convencía a Ralexion —de la misma forma que no satisfacería a nadie con dos dedos de frente—. Torció el gesto. Su pedazo de carne casi estaba a su gusto. Lo apretó con fiereza una última vez y lo tomó con los utensilios, permitiendo que reposase sobre el platillo. Era consciente de que sería mala idea darle un bocado hasta que no se enfriase un poco, a diferencia de Ritsuko.
—Bueno y... —tanteó, buscando las palabras adecuadas— ¿Cómo es que tus hermanos no han vuelto todavía? ¿Sabes algo de ellos?
Le resultaba obvio que era un tema delicado para Ritsuko, de ahí provenían sus ánimos para ser "discreto" y suave con sus afirmaciones, por mucho que era perfectamente consciente de que la explicación más lógica era que habían muerto. Quizás la pelirroja no quería aceptarlo. Era un sentimiento con el que el Uchiha podía identificarse.
Poco después irrumpió en el cubículo la pequeña camarera con su típica actitud alegre y jovial. Sostenía con la diestra una bandeja de madera que tenía a su vez sobre sí un recipiente con sake y dos tazas de arcilla. Dispuso ordenadamente los tres objetos sobre la mesa, el sake y su loza para Ralexion así como el zumo para Ritsuko. El vaso de la joven ya estaba lleno con el líquido que había encargado, mientras que el del pelinegro se encontraba vacío, ya que él podía servirse como quisiese y cuando quisiese de la botella.
—Espero que disfruten de una buena comida, señores clientes —afirmó tras revenciarlos.
La chiquilla se apresuró a marcharse. Ralexion quedó observando su carrera.