17/01/2018, 02:37
Luego de ganar aquel debate, el peli-blanco accedió a la propuesta de la rubia y se retiró sin más. La cuestión era que aunque quisiera pasarle la posta para vigilar el establo no podría hacerlo por desconocer completamente la ubicación exacta de la habitación, y del mismo modo que no sabía cómo llegar, tampoco sabía si le habían dejado un lugar especial para ella o debían de compartir.
De igual manera, la Kageyama simplemente se ubicó en un lugar donde pudiera mirar fácilmente la ventana y también la puerta del establo. Con girar la cabeza en una dirección podía echar un vistazo a la ventana y girando en dirección opuesta la puerta. Así al menos no tendría que estar marchando constantemente de un lado a otro.
Y así se tiraría toda la noche, bostezando y estirando una que otra vez cada tanto debido al inmenso aburrimiento de estar sola allí.
De igual manera, la Kageyama simplemente se ubicó en un lugar donde pudiera mirar fácilmente la ventana y también la puerta del establo. Con girar la cabeza en una dirección podía echar un vistazo a la ventana y girando en dirección opuesta la puerta. Así al menos no tendría que estar marchando constantemente de un lado a otro.
Y así se tiraría toda la noche, bostezando y estirando una que otra vez cada tanto debido al inmenso aburrimiento de estar sola allí.