17/01/2018, 15:46
El joven Jiren parecía estar molestando al chico, el cual, aunque le respondió lo que quería saber, lo hizo de malos modos y se marchó caminando de prisa... <Vaya genio... ni que tuviese que ir a apagar un fuego...> Pensó el joven de ojos plateados. Debido a la antipática respuesta, se olvidó de dar las gracias lo que le hizo sentirse mal por un segundo... Pero era una tontuna, así que descartó el pensamiento y volvió a la entrada.
Caminó por los pasillos de regreso a la entrada, pero no le apetecía leer con lo que decidió hablar directamente con la encargada. - Hola, quiero sacar unos rollos de la biblioteca, o unos libros. En concreto, el decreto de normas de convivencia de la aldea de amegakure.- Dijo el chico con un tono normal. La encargada miró al genin de arriba abajo, no le gustaba su forma de mirar, además pronto lo reconoció y pensó que era un chiquillo que no era de fiar, por lo que se inventó una escusa y le dijo que no podía sacar libros ni pergaminos de la biblioteca.
Aquello frustró al ninja, que aunque no era el más avispado pillando las indirectas, estaba claro que la recepcionista se negaba a prestarle libros... Jiren pensó en empalarla allí mismo, pero respiró hondo, puso una sonrisa y volvió a hablar. - Entiendo, entonces podría indicarme el lugar exacto donde está lo que busco, necesito esos documentos por orden del mismísimo Arashikage .- Y al instante sacó el pergamino de la sanción, eso sí, mostrándolo de forma que pareciese una misión o encargo y no una penalización. Tras mostrarlo lo guardó de nuevo y cerró todo bien para evitar evidencias.
La jugada le salió bien, al ver la firma del Arashikage la responsable pegó un brinco de la silla y con rapidez y un tono mucho más educado le invitó a seguirla hasta los documentos que quería... <Mucho mejor... así aprenderá... valla salto ha pegado, parecía una rana.> Pensaba el joven de ojos plateados mientras la seguía por el pasillo. Gracias a la ayuda de la encargada, en seguida encontró el libro que buscaba.
- Gracias, muy amable.- Dijo Jiren mostrando orgullo en sus palabras, pues la acababa de dar un buen repaso. Hecho eso caminó en busca de una mesa, y en ese pequeño paseo se encontró al shinobi de antes, pero esta vez decidió no decirle nada y pasar de largo hasta la mesa más proxima para una vez en ella comenzar a trabajar en la dichosa penalización.
Caminó por los pasillos de regreso a la entrada, pero no le apetecía leer con lo que decidió hablar directamente con la encargada. - Hola, quiero sacar unos rollos de la biblioteca, o unos libros. En concreto, el decreto de normas de convivencia de la aldea de amegakure.- Dijo el chico con un tono normal. La encargada miró al genin de arriba abajo, no le gustaba su forma de mirar, además pronto lo reconoció y pensó que era un chiquillo que no era de fiar, por lo que se inventó una escusa y le dijo que no podía sacar libros ni pergaminos de la biblioteca.
Aquello frustró al ninja, que aunque no era el más avispado pillando las indirectas, estaba claro que la recepcionista se negaba a prestarle libros... Jiren pensó en empalarla allí mismo, pero respiró hondo, puso una sonrisa y volvió a hablar. - Entiendo, entonces podría indicarme el lugar exacto donde está lo que busco, necesito esos documentos por orden del mismísimo Arashikage .- Y al instante sacó el pergamino de la sanción, eso sí, mostrándolo de forma que pareciese una misión o encargo y no una penalización. Tras mostrarlo lo guardó de nuevo y cerró todo bien para evitar evidencias.
La jugada le salió bien, al ver la firma del Arashikage la responsable pegó un brinco de la silla y con rapidez y un tono mucho más educado le invitó a seguirla hasta los documentos que quería... <Mucho mejor... así aprenderá... valla salto ha pegado, parecía una rana.> Pensaba el joven de ojos plateados mientras la seguía por el pasillo. Gracias a la ayuda de la encargada, en seguida encontró el libro que buscaba.
- Gracias, muy amable.- Dijo Jiren mostrando orgullo en sus palabras, pues la acababa de dar un buen repaso. Hecho eso caminó en busca de una mesa, y en ese pequeño paseo se encontró al shinobi de antes, pero esta vez decidió no decirle nada y pasar de largo hasta la mesa más proxima para una vez en ella comenzar a trabajar en la dichosa penalización.
Tetsuya Saharu (Tetsu)
- Hablo -/ «Pienso» / Narro
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