17/01/2018, 20:36
—Ya veo...
Ralexion no estaba tan seguro, como dejaba bien claro su actitud al dedicarle aquellas palabras a su compañera. No insistió más, ya sabía todo lo que necesitaba saber.
Se sirvió un poco de sake con la destreza de un bebedor habitual. Tomó su filetito de carne de ternera haciendo uso de los palillos y de un solo bocado arrancó más de la mitad, engulléndolo como alguien que no ha comido en días. Devolvió el fragmento restante al platillo. Entonces le pegó un buen viaje a la bebida alcohólica, acompañando el sabor del manjar a la brasa con ella.
Suspiró de placer.
—Maravilloso —afirmó, casi para sí—. ¿Te gusta, Ritsuko?
Ralexion no estaba tan seguro, como dejaba bien claro su actitud al dedicarle aquellas palabras a su compañera. No insistió más, ya sabía todo lo que necesitaba saber.
Se sirvió un poco de sake con la destreza de un bebedor habitual. Tomó su filetito de carne de ternera haciendo uso de los palillos y de un solo bocado arrancó más de la mitad, engulléndolo como alguien que no ha comido en días. Devolvió el fragmento restante al platillo. Entonces le pegó un buen viaje a la bebida alcohólica, acompañando el sabor del manjar a la brasa con ella.
Suspiró de placer.
—Maravilloso —afirmó, casi para sí—. ¿Te gusta, Ritsuko?