20/01/2018, 16:57
Si alguien no entendía nada era yo. Desde luego el cien por cien de amenios con los que me había cruzado hasta ahora tenían un ego por encima de sus posibilidades. Era él el que se comportaba como un borde ante el pobre tetero, el que despues sale detrás tuyo a pedirte amor y cuando te preocupas por él, coge y se pira tirando una bomba de humo.
¿Qué le pasaba a aquel muchacho? Ni siquiera había sido capaz de presentarse. Qué vergüenza. Me rasqué la nuca, intentando entender algo de todo aquello. Tras unos segundos me encogí de hombros y decidí irme en dirección contraria por si acaso, igual si me lo volvía a cruzar le acababa de explotar la cabeza.
Al menos había sacado algo en claro, prefería a los kuseños antes que a los amenios. Están locos estos amenios.
¿Qué le pasaba a aquel muchacho? Ni siquiera había sido capaz de presentarse. Qué vergüenza. Me rasqué la nuca, intentando entender algo de todo aquello. Tras unos segundos me encogí de hombros y decidí irme en dirección contraria por si acaso, igual si me lo volvía a cruzar le acababa de explotar la cabeza.
Al menos había sacado algo en claro, prefería a los kuseños antes que a los amenios. Están locos estos amenios.
—Nabi—