20/01/2018, 20:39
El shinobi no perdió el tiempo en cuanto se le cedieron los restos de la comida que Ritsuko no se atrevió a tocar, simplemente por tener el estómago lleno y no porque tuviese alguna cosa rara o le desagradase el sabor. Así que el chico devoró tanto como pudo y finalmente se tumbó boca arriba en el piso.
Según sus palabras, estarían un rato ahí en el cubículo sin hacer nada, esperando a que el azabache bajase la comida lo que significaba que la pelirroja se aburriría por un rato.
—Está bien —dijo con su habitual tono depresivo antes de apoyarse sobre la mesa y esconder parcialmente su rostro entre sus brazos cruzados.
Cerró los ojos y allí se mantuvo en absoluto silencio, el único movimiento que se producía al llenarse los pulmones de aire una y otra vez de forma lenta y muy calmada.
No tenía nada para hacer, salvo esperar a que su compañero estuviese en condiciones de guiarla de nuevo a su casa.
Según sus palabras, estarían un rato ahí en el cubículo sin hacer nada, esperando a que el azabache bajase la comida lo que significaba que la pelirroja se aburriría por un rato.
—Está bien —dijo con su habitual tono depresivo antes de apoyarse sobre la mesa y esconder parcialmente su rostro entre sus brazos cruzados.
Cerró los ojos y allí se mantuvo en absoluto silencio, el único movimiento que se producía al llenarse los pulmones de aire una y otra vez de forma lenta y muy calmada.
No tenía nada para hacer, salvo esperar a que su compañero estuviese en condiciones de guiarla de nuevo a su casa.