24/01/2018, 00:51
Por suerte para Ralexion, Ritsuko prácticamente se había metido dentro de la nevera para buscar la crema así que no fue testigo de aquel fallo que había cometido al intentar comer.
De cualquier manera, a la chica le llamó la atención ver que el contrario tenía algunas migajas en el cabello así que comenzó a quitarlas con delicadeza, una a una y sin siquiera tomarse la delicadeza de pedir autorización.
—No pasa nada —afirmó, dejando algunas migas sobre la mesa—. Tendría que haberte ofrecido algo desde el principio —continuó, sin dejar su pequeña labor autoimpuesta.
A pesar de todo lo acontecido, la pelirroja seguía mostrándose de la misma manera, decaída y hablando con voz bastante baja, como si nada de lo ocurrido la hubiese alegrado en lo más mínimo a pesar de que sea así fuese.
De cualquier manera, a la chica le llamó la atención ver que el contrario tenía algunas migajas en el cabello así que comenzó a quitarlas con delicadeza, una a una y sin siquiera tomarse la delicadeza de pedir autorización.
—No pasa nada —afirmó, dejando algunas migas sobre la mesa—. Tendría que haberte ofrecido algo desde el principio —continuó, sin dejar su pequeña labor autoimpuesta.
A pesar de todo lo acontecido, la pelirroja seguía mostrándose de la misma manera, decaída y hablando con voz bastante baja, como si nada de lo ocurrido la hubiese alegrado en lo más mínimo a pesar de que sea así fuese.