25/01/2018, 02:18
Aquellos largos segundos de silencio introspectivo obligaron al escualo a retorcerse en su asiento, sintiéndose más y más ansioso respecto a lo que podía ocurrírsele a Daruu. Éste, desde luego, no defraudó.
—Por cierto, Kaido-kun —comentó Daruu, manteniendo su monólogo—. Hablando de viajes, y ya que me ha parecido oír algo sobre Yukio por aquí atrás... Voy a visitar a unos familiares en Yukio. ¿Te apetece venir? Haremos unas buenas pizzas.
—¿A quién no le apetece una buena pizza? —y aunque intentó mantener la calma, no pudo evitar mostrarse ligeramente ansioso. Tanto así, que se bebió el resto de su hidromiel de un sólo sorbo, empastando la jarra sobre la mesa una vez terminada—. ésta vez con anchoa, por favor.
Dijo, antes de levantarse de un tirón.
—Por cierto, Kaido-kun —comentó Daruu, manteniendo su monólogo—. Hablando de viajes, y ya que me ha parecido oír algo sobre Yukio por aquí atrás... Voy a visitar a unos familiares en Yukio. ¿Te apetece venir? Haremos unas buenas pizzas.
—¿A quién no le apetece una buena pizza? —y aunque intentó mantener la calma, no pudo evitar mostrarse ligeramente ansioso. Tanto así, que se bebió el resto de su hidromiel de un sólo sorbo, empastando la jarra sobre la mesa una vez terminada—. ésta vez con anchoa, por favor.
Dijo, antes de levantarse de un tirón.