25/01/2018, 18:46
«¿Se perdió? bueno no es que fuera diferente a mi situación... ella si que es una persona que habla lo justo y necesario, demasiado justo a decir verdad» A Masaki le empezaba incordiar que la kunoichi se limitara mucho a la hora de hablar, pero que le iba a hacer ya que esta situación iba más allá de lo que podía hacer.
Al llegar al pueblo se podía observar un único lugar el cual se encontraba abierto, se trataba de una posada llamada "La guarida del zorro" por afuera parecía ser la casa más grande el lugar, la cual era una edificación tradicional. Al genin no le convencía para nada el nombre pero no tenia otra opción más que entrar al lugar, Masaki abrió la puerta corrediza y se encontró con que el un lugar que estaba muy bien cuidado, unas 5 mesas bastantes dispersas, la recepción era una barra de bar y detrás de ellas se encontraba un señor mayor de alrededor de unos 60 años, poseía una cabellera bastante larga atada, la cual totalmente canosa. Vestía de un karategi azul oscuro y calzaba unas sandalias de madera tradicional.
—Buenas noches, bienvenidos a mi posada... esperen un momento les traeré unas toallas para que sequen — El hombre se fue hacia una habitación a la izquierda, no tardo más de dos minutos en ir a buscarlas y dejarlas sobre una de las mesas.—Por favor tomen asiento, creo que es la peor tormenta de los últimos años— El anciano tiene el aspecto de ser una persona frágil o por lo menos era la sensación que le daba al genin.
Masaki no esperaba encontrar un lugar tan hospitalario, a decir verdad no esperaba ni siquiera en posada en este pueblo.—¿Quieren algo de tomar o de comer? tienen el menú sobre la mesa—
—Yo solo tomare te negro por favor.— Masaki ni siquiera miro la carta, directamente se dirigió a agarrar una de las toallas para secarse un poco la cara y el cabello ya que básicamente estaba hecho una sopa.
—Enseguida—
Al llegar al pueblo se podía observar un único lugar el cual se encontraba abierto, se trataba de una posada llamada "La guarida del zorro" por afuera parecía ser la casa más grande el lugar, la cual era una edificación tradicional. Al genin no le convencía para nada el nombre pero no tenia otra opción más que entrar al lugar, Masaki abrió la puerta corrediza y se encontró con que el un lugar que estaba muy bien cuidado, unas 5 mesas bastantes dispersas, la recepción era una barra de bar y detrás de ellas se encontraba un señor mayor de alrededor de unos 60 años, poseía una cabellera bastante larga atada, la cual totalmente canosa. Vestía de un karategi azul oscuro y calzaba unas sandalias de madera tradicional.
—Buenas noches, bienvenidos a mi posada... esperen un momento les traeré unas toallas para que sequen — El hombre se fue hacia una habitación a la izquierda, no tardo más de dos minutos en ir a buscarlas y dejarlas sobre una de las mesas.—Por favor tomen asiento, creo que es la peor tormenta de los últimos años— El anciano tiene el aspecto de ser una persona frágil o por lo menos era la sensación que le daba al genin.
Masaki no esperaba encontrar un lugar tan hospitalario, a decir verdad no esperaba ni siquiera en posada en este pueblo.—¿Quieren algo de tomar o de comer? tienen el menú sobre la mesa—
—Yo solo tomare te negro por favor.— Masaki ni siquiera miro la carta, directamente se dirigió a agarrar una de las toallas para secarse un poco la cara y el cabello ya que básicamente estaba hecho una sopa.
—Enseguida—