Luego del saludo no hubo más conversación, pero por suerte llegó el tercer integrante de la misión a romper el hielo. Cómo dato curioso, no hubo necesidad de presentaciones entre los otros dos chicos asistentes a la reunión. "¿Estos dos ya se conocen? Huh, ya empiezo a notar quién viene a sobrar aquí..." Tenía malas espinas desde un inicio, pero en su habitual pesimismo empezó a deducir que probablemente el no sería bienvenido al círculo social.
Es más, lo primero que hizo el genin de Kusagakure fue acusar al Isa de ser un infiltrado. "Vaya, empezamos con buen pie." Rodó su único ojo, para luego soltar un largo suspiro. "Quizás desconfía porque no me vio venir junto al calvo, si no es eso, no sé." Estaba confundido, pero iba a tomárselo con calma.
—Si esa es la confianza que nos vamos a tener en esta misión, lo tenemos yuca. Pero bueno, no te culpo por no creer en alguien que no es tu grupo de amiguitos—. La vergüenza había sido reemplazada por disgusto, por lo qué se le hacía más fácil hablar. —Soy Isa Kagetsuna de Amegakure— No era habitual en él decir su apellido, pero dada que era una supuesta misión, debía ceñirse más a los protocolos. —En primer lugar, no sé por qué te has puesto a la defensiva conmigo, pero cuando se me asignó al grupo nunca se me dijo las identidades de los demás integrantes hasta llegar acá. Si eso es lo que te preocupa, pregúntale a él para corroborarlo, creo que todos estamos en esa misma condición.— se cruzó de brazos y apuntó con su mirada a Karamaru, esperando que fuera suficiente para que el pelinegro desistiera de su acusación.
—Y en segundo lugar... soy varón— habló normal para recalcarlo, aunque la diferencia entre la fingida voz de mujer con la de niño malcriado era poca. —Hmph—. volteó la cara, indignado.
Es más, lo primero que hizo el genin de Kusagakure fue acusar al Isa de ser un infiltrado. "Vaya, empezamos con buen pie." Rodó su único ojo, para luego soltar un largo suspiro. "Quizás desconfía porque no me vio venir junto al calvo, si no es eso, no sé." Estaba confundido, pero iba a tomárselo con calma.
—Si esa es la confianza que nos vamos a tener en esta misión, lo tenemos yuca. Pero bueno, no te culpo por no creer en alguien que no es tu grupo de amiguitos—. La vergüenza había sido reemplazada por disgusto, por lo qué se le hacía más fácil hablar. —Soy Isa Kagetsuna de Amegakure— No era habitual en él decir su apellido, pero dada que era una supuesta misión, debía ceñirse más a los protocolos. —En primer lugar, no sé por qué te has puesto a la defensiva conmigo, pero cuando se me asignó al grupo nunca se me dijo las identidades de los demás integrantes hasta llegar acá. Si eso es lo que te preocupa, pregúntale a él para corroborarlo, creo que todos estamos en esa misma condición.— se cruzó de brazos y apuntó con su mirada a Karamaru, esperando que fuera suficiente para que el pelinegro desistiera de su acusación.
—Y en segundo lugar... soy varón— habló normal para recalcarlo, aunque la diferencia entre la fingida voz de mujer con la de niño malcriado era poca. —Hmph—. volteó la cara, indignado.