28/01/2018, 00:25
Afortunadamente, Gen no les siguió. Ya tendría tiempo para buscar a su marioneta. Si el presentimiento que había tenido cuando Jin había sido tragado por el agua era cierto... si el hecho de que existiesen cuatro piezas y cada una estuviese destinada a uno de ellos era cierto...
« Si no colaboramos, nunca saldremos de aquí. Dios. ¿Es que no lo entiende? » — pensó. Estaba claro que Jin estaba en shock. Pero su comportamiento no venía de ahora.
No. Desde el principio, Jin se había apartado del resto de personas. No estaba cómodo con ellos y no perdía oportunidad en demostrarlo. Pero esto... era llegar demasiado lejos.
—¡Mientes! —Sus palabras no eran ciertas, eso no iba a convencerme. — Mientras vosotros me dejabais tirado, fue la casa quien me salvo, y no una, sino dos veces ¿Por qué iba a salvarme dos veces para luego matarme? ¿A quién pretendes engañar?
Juro retrocedió un paso, al escuchar eso. "Su salvador". Así llamaba a la casa.
« La casa que nos intenta matar... ¿es su salvador? » — Juro empezó a pensar seriamente en que Jin tenía un problema. Un problema de verdad.
— ¿Tú salvadora? — murmuró, incrédulo —. No sé lo que ha podido hacerte, Jin, ni a que te refieres. Pero a mi esa marioneta también me ayudó. ¿Y sabes que? ¡Estamos atrapados en esta casa! Hay cadáveres que se ahorcan y hablan, salas que se inundan. ¡He despertado después de ahogarme en una habitación, totalmente seco! ¿Es que no lo ves? ¡La casa esta jugando con nosotros! ¡Nos esta poniendo en contra!
Quiso argumentar mucho más, pero estaba casi seguro de que dijese lo que dijese, no le iba a escuchar. Era tan obvio para él. Y sin embargo, él seguía en sus trece: para él, Juro era un asesino que quería matarle. ¡Vaya tontería! ¿¡Que haría con su pieza si él moría!?
—Apártate y déjame en paz, Juro. Yo tampoco soy muy fuerte, pero si no te apartas de mi camino, te apartare yo.
Las palabras le dolieron un poco. Nunca había sentido algo así. El tratar de convencer a alguien de algo que creía tan firmemente. Tanto que ponía en riesgo su vida. Y no ser capaz.
Así pues, Juro hizo lo único que pudo.
— Esta bien. Si después de decirte todo esto tu opinión no ha cambiado ni un poco, me apartaré. No voy a pelear contigo, Jin. Por mucho que parece que te esfuerzas en creerlo, no soy tu enemigo ni tu asesino — murmuró, pero no se movió del sitio. Aún no —. Pero antes, por favor, déjame intentarlo una última vez. Solo quiero hablar contigo, nada más. Dame un minuto más, y luego, haz lo que quieras.
Si Jin trataba de empujarle por la fuerza, se resistiría. Tenía que decirle unas últimas palabras. Un último esfuerzo.
— Te pido solo que respires y pienses con claridad. Te vas. ¿Qué pasa luego? Olvida las piezas y que nos necesitamos. Estamos atrapados porque una banda de asesinados esta fuera de la mansión. ¿Crees que uno solo de nosotros puede sortearlos? — murmuró, abatido —. Ayame-san y Riko-san no parecen malas personas. Aunque no los conozca. No te pido que confíes en nosotros. Solo que permanezcamos todos juntos hasta conseguir salir vivos de aquí.
Finalmente, Juro se apartó. Jin podía tomar la decisión que quisiera. Podía marcharse o no. Podía hacer lo que quisiera, porque el marionetista no iba a detenerle fisicamente.
« Si no colaboramos, nunca saldremos de aquí. Dios. ¿Es que no lo entiende? » — pensó. Estaba claro que Jin estaba en shock. Pero su comportamiento no venía de ahora.
No. Desde el principio, Jin se había apartado del resto de personas. No estaba cómodo con ellos y no perdía oportunidad en demostrarlo. Pero esto... era llegar demasiado lejos.
—¡Mientes! —Sus palabras no eran ciertas, eso no iba a convencerme. — Mientras vosotros me dejabais tirado, fue la casa quien me salvo, y no una, sino dos veces ¿Por qué iba a salvarme dos veces para luego matarme? ¿A quién pretendes engañar?
Juro retrocedió un paso, al escuchar eso. "Su salvador". Así llamaba a la casa.
« La casa que nos intenta matar... ¿es su salvador? » — Juro empezó a pensar seriamente en que Jin tenía un problema. Un problema de verdad.
— ¿Tú salvadora? — murmuró, incrédulo —. No sé lo que ha podido hacerte, Jin, ni a que te refieres. Pero a mi esa marioneta también me ayudó. ¿Y sabes que? ¡Estamos atrapados en esta casa! Hay cadáveres que se ahorcan y hablan, salas que se inundan. ¡He despertado después de ahogarme en una habitación, totalmente seco! ¿Es que no lo ves? ¡La casa esta jugando con nosotros! ¡Nos esta poniendo en contra!
Quiso argumentar mucho más, pero estaba casi seguro de que dijese lo que dijese, no le iba a escuchar. Era tan obvio para él. Y sin embargo, él seguía en sus trece: para él, Juro era un asesino que quería matarle. ¡Vaya tontería! ¿¡Que haría con su pieza si él moría!?
—Apártate y déjame en paz, Juro. Yo tampoco soy muy fuerte, pero si no te apartas de mi camino, te apartare yo.
Las palabras le dolieron un poco. Nunca había sentido algo así. El tratar de convencer a alguien de algo que creía tan firmemente. Tanto que ponía en riesgo su vida. Y no ser capaz.
Así pues, Juro hizo lo único que pudo.
— Esta bien. Si después de decirte todo esto tu opinión no ha cambiado ni un poco, me apartaré. No voy a pelear contigo, Jin. Por mucho que parece que te esfuerzas en creerlo, no soy tu enemigo ni tu asesino — murmuró, pero no se movió del sitio. Aún no —. Pero antes, por favor, déjame intentarlo una última vez. Solo quiero hablar contigo, nada más. Dame un minuto más, y luego, haz lo que quieras.
Si Jin trataba de empujarle por la fuerza, se resistiría. Tenía que decirle unas últimas palabras. Un último esfuerzo.
— Te pido solo que respires y pienses con claridad. Te vas. ¿Qué pasa luego? Olvida las piezas y que nos necesitamos. Estamos atrapados porque una banda de asesinados esta fuera de la mansión. ¿Crees que uno solo de nosotros puede sortearlos? — murmuró, abatido —. Ayame-san y Riko-san no parecen malas personas. Aunque no los conozca. No te pido que confíes en nosotros. Solo que permanezcamos todos juntos hasta conseguir salir vivos de aquí.
Finalmente, Juro se apartó. Jin podía tomar la decisión que quisiera. Podía marcharse o no. Podía hacer lo que quisiera, porque el marionetista no iba a detenerle fisicamente.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60