28/01/2018, 16:24
Tan pronto como Ralexion terminó de tratar con aquel individuo de habla extraña, se dirigió al reencuentro de la pelirroja, evitando así que se perdiera por el camino hacia el tercer santuario.
Conversación no había, los dos estaban igual de enfermos y con eso el humor de ambos no estaba como para intentar dar con algún tema de conversación. El único intercambio que tenían era con algún ataque de tos o estornudos, nada más. Pero por lo menos ya la lluvia había terminado.
Teniendo en cuenta las horas que llevaban fuera y sin llevarse nada al estómago, era bastante obvio que les daría hambre, por suerte para ellos justo se toparon con un puesto —ambulante por lo visto— de ramen, que parecía estar dispuesto a atender a quien se presentase así que en cuanto el Uchiha preguntó, la kunoichi ni se pensó su respuesta.
—Sí, a saber cuándo podremos comer si no aprovechamos ahora —afirmó, limpiándose la nariz con un pañuelo así al menos su imagen no era tan lamentable.
Si bien, Ritsuko se acercó al puesto, se quedó a cierta distancia permitiendo que su compañero sea el primero en hablar… como siempre.
Conversación no había, los dos estaban igual de enfermos y con eso el humor de ambos no estaba como para intentar dar con algún tema de conversación. El único intercambio que tenían era con algún ataque de tos o estornudos, nada más. Pero por lo menos ya la lluvia había terminado.
Teniendo en cuenta las horas que llevaban fuera y sin llevarse nada al estómago, era bastante obvio que les daría hambre, por suerte para ellos justo se toparon con un puesto —ambulante por lo visto— de ramen, que parecía estar dispuesto a atender a quien se presentase así que en cuanto el Uchiha preguntó, la kunoichi ni se pensó su respuesta.
—Sí, a saber cuándo podremos comer si no aprovechamos ahora —afirmó, limpiándose la nariz con un pañuelo así al menos su imagen no era tan lamentable.
Si bien, Ritsuko se acercó al puesto, se quedó a cierta distancia permitiendo que su compañero sea el primero en hablar… como siempre.