30/01/2018, 20:34
Una lástima que Masaki no conociera lo suficiente a Ritsuko para saber que aquella es su expresión normal, su forma de mostrarse, su naturaleza. Siempre está decaída, siempre tiene una mirada depresiva y habla en voz más baja de lo normal, siempre es así y no parece dispuesta a cambiar en lo más mínimo…
…pero el chico no lo sabe, por lo que dedujo que algo estaba mal, como cualquier otro haría al ver a alguien tan deprimido como ella.
—Estoy bien, en serio —respondió ella.
Seguramente aquello no era lo que el chico esperaba oír, y tal vez pasara de ella o decidiese no volver a fiarse de alguien que era incapaz de decirle la verdad pero el problema estaba justo allí, aquella era la verdad.
De todas maneras, la atención de la pelirroja pronto se iría hasta la taza de chocolate humeante que le habían traído a la que se aferró con ambas manos para así recuperar algo de calor corporal así sea solo en las palmas de sus manos. No sería hasta pasado unos minutos que daría un primer sorbo, para quemarse así la lengua. «Demasiado caliente »pensó mientras realizaba algunas muecas para intentar recuperar la sensibilidad de la lengua.
Lo bueno era que el anciano les dejó un mapa bastante más detallado del país del Fuego que los que se podían conseguir en Kusagakure. Con eso al menos ya tenían una idea de dónde estaban y cómo regresar, al menos el shinobi, ella no entendía ni lo que estaba mirando así que prefirió guardar silencio, aunque no sin antes al menos agradecer al posadero por la atención brindada.
—Gracias por todo.
…pero el chico no lo sabe, por lo que dedujo que algo estaba mal, como cualquier otro haría al ver a alguien tan deprimido como ella.
—Estoy bien, en serio —respondió ella.
Seguramente aquello no era lo que el chico esperaba oír, y tal vez pasara de ella o decidiese no volver a fiarse de alguien que era incapaz de decirle la verdad pero el problema estaba justo allí, aquella era la verdad.
De todas maneras, la atención de la pelirroja pronto se iría hasta la taza de chocolate humeante que le habían traído a la que se aferró con ambas manos para así recuperar algo de calor corporal así sea solo en las palmas de sus manos. No sería hasta pasado unos minutos que daría un primer sorbo, para quemarse así la lengua. «Demasiado caliente »pensó mientras realizaba algunas muecas para intentar recuperar la sensibilidad de la lengua.
Lo bueno era que el anciano les dejó un mapa bastante más detallado del país del Fuego que los que se podían conseguir en Kusagakure. Con eso al menos ya tenían una idea de dónde estaban y cómo regresar, al menos el shinobi, ella no entendía ni lo que estaba mirando así que prefirió guardar silencio, aunque no sin antes al menos agradecer al posadero por la atención brindada.
—Gracias por todo.