31/01/2018, 05:38
La ventaja de tener el sol dándote en toda la cara era que ayudaba bastante a mantenerte despierto, especialmente si habías estado toda la noche sin pegar un ojo como lo había hecho Koko. De todas maneras, hubiese preferido dormir a tener algo cegándola de forma constante.
Pasó un buen rato hasta que el carromato se frenó sobresaltando a la pecosa, que se había quedado algo distraída y en consecuencia casi se va de cara al piso. Por suerte logró estabilizarse antes de hacer el ridículo.
Según lo que se hablaba, tenían que subir los tres y la única manera que se le ocurrió a la rubia era aupando al peli-blanco, después de todo parecía ser más ligero que ella y no estaba nada segura de que el chico fuese a soportarla a ella durante el resto del viaje. Pero antes de que pudiera decir nada, Riko se adelantó, afirmando que lo mejor sería que se fuera a la parte de atrás del carromato, una buena oportunidad para comprobar que la mercancía no tenía nada ilegal dentro…
Aunque no iba a decir nada, al menos no en voz alta así que el chico tendría que sacar sus propias conclusiones y hacer lo que se le antoje.
Ella simplemente asintió, dándole vía libre a hacer aquello que había dicho.
—Está bien, cualquier cosa me avisas —dijo la Kageyama.
Pasó un buen rato hasta que el carromato se frenó sobresaltando a la pecosa, que se había quedado algo distraída y en consecuencia casi se va de cara al piso. Por suerte logró estabilizarse antes de hacer el ridículo.
Según lo que se hablaba, tenían que subir los tres y la única manera que se le ocurrió a la rubia era aupando al peli-blanco, después de todo parecía ser más ligero que ella y no estaba nada segura de que el chico fuese a soportarla a ella durante el resto del viaje. Pero antes de que pudiera decir nada, Riko se adelantó, afirmando que lo mejor sería que se fuera a la parte de atrás del carromato, una buena oportunidad para comprobar que la mercancía no tenía nada ilegal dentro…
Aunque no iba a decir nada, al menos no en voz alta así que el chico tendría que sacar sus propias conclusiones y hacer lo que se le antoje.
Ella simplemente asintió, dándole vía libre a hacer aquello que había dicho.
—Está bien, cualquier cosa me avisas —dijo la Kageyama.