1/02/2018, 21:57
Considerando la escasa distancia entre ambos, aquel grito que dio Ralexion tomó por sorpresa a la pelirroja, la asustó y la hizo retroceder al instante llevándose a rastras la silla, la cual acomodó de forma que el respaldo se interpusiera entre ambos individuos como si de un escudo se tratase.
—P-p-pero n-no te enojes —balbuceó temblorosa, asomando apenas los ojos por encima del respaldo de la silla.
—P-p-pero n-no te enojes —balbuceó temblorosa, asomando apenas los ojos por encima del respaldo de la silla.