2/02/2018, 11:11
La pregunta de la muchacha consiguió arrancar a Shikanori de ese limbo en el que se encontraba, ese espacio entre la realidad y el mundo de los sueños. El joven abrió los ojos y se percató de que solo quedaban tres personas en el aula, incluyendose. Entonces dejó de interesarle cuanto tiempo llevaban exactamente esperando. « O somos el último equipo o los pobres infelices que todavía no son aptos para formar uno y a quienes retienen aquí porque deben informarles que necesitan regresar a la academia. Pero si ese fuera el caso, ¿para qué hacernos esperar tanto? No es una noticia díficil de comunicar. Dudo mucho que les importen mucho nuestros sentimientos como para que se encuentren debatiendo por tanto tiempo el modo más eficaz de no herirlos. » La mente del Nara comenzó a divagar y pronto estos intrincados pensamientos le provocaron somnoliencia. Que a los pocos segundos la cabeza de Shikanori volviera a descansar sobre sus brazos, reflejaba lo poco que le interesaba ser el último equipo o estudiar una vez más en la academia. Aunque si tuviese que escoger, probablemente prefiría volver a clases. Las misiones que debería realizar como miembro de un equipo supondrían nuevos desafíos y un nivel de esfuerzos desconocido, lo cual le resultaría muy problemático, sobre todo si estaba bajo la tutela de un jounin que fuese más exigente que los instructores de la academia. - Qué problemático - Murmuró dormido Shikanori.