14/02/2018, 00:07
—Pero de paso a Oonindo, Daruu. De paso a Oonindo —recalcó—, hacemos una paradita donde marque el mapa. No perderíamos mucho… —dijo, tratando de persuadirle—. Además, ¡eres un amejin! Tú no te ahogas bajo la tormenta, ¡tú eres la tormenta! —exclamó, buscando despertar ese orgullo que la mayoría de amejines que había conocido tenía.
—Ah, ah... ¿Vosotros también queréis quitarme mi tesoro?
Datsue chasqueó la lengua y se maldijo a sí mismo por haberlo dicho en voz alta. No obstante, el antiguo capitán les propuso un trato: la mitad del tesoro si le dejaban salir. Teniendo en cuenta que el mapa, según él, era engañoso, era un buen trato. Un trato cojonudo.
—¡Colaborar con él es la única manera de que llevemos este barco a algún sitio! —exclamó Daruu—. A no ser que tú sepas manejar un barco.
Carraspeó, y alzó el mentón.
—Bueno, no por nada me llaman Datsue el Intrépido, Daruu. Lo cierto es que... —Lo cierto era que le habían dejado probar el timón en un par de ocasiones. Datsue siempre se había interesado por el tema de barcos. No por nada, uno de sus sueños era comprarse uno. No obstante, una cosa era tomar el timón y otra muy distinta manejar un barco por completo—. Bueno, con esta tormenta la verdad es que se escapa a mis posibilidades —tuvo que reconocer, de mala gana.
No obstante, había algo que le llevaba picando desde hacía un rato.
—Oiga… Capitán. ¿Seguro que no se ha confundido? Los ribereños del Sur son los hijos de puta, no los del Norte. Esos maleantes… no me extrañaría que se hiciesen pasar por los del Norte solo para engañarle. ¡No son de fiar, ya se lo digo yo! —El engaño, el subterfugio, el amotinamiento… Sí, todo olía a esos cabrones del Sur.
—Ah, ah... ¿Vosotros también queréis quitarme mi tesoro?
Datsue chasqueó la lengua y se maldijo a sí mismo por haberlo dicho en voz alta. No obstante, el antiguo capitán les propuso un trato: la mitad del tesoro si le dejaban salir. Teniendo en cuenta que el mapa, según él, era engañoso, era un buen trato. Un trato cojonudo.
—¡Colaborar con él es la única manera de que llevemos este barco a algún sitio! —exclamó Daruu—. A no ser que tú sepas manejar un barco.
Carraspeó, y alzó el mentón.
—Bueno, no por nada me llaman Datsue el Intrépido, Daruu. Lo cierto es que... —Lo cierto era que le habían dejado probar el timón en un par de ocasiones. Datsue siempre se había interesado por el tema de barcos. No por nada, uno de sus sueños era comprarse uno. No obstante, una cosa era tomar el timón y otra muy distinta manejar un barco por completo—. Bueno, con esta tormenta la verdad es que se escapa a mis posibilidades —tuvo que reconocer, de mala gana.
No obstante, había algo que le llevaba picando desde hacía un rato.
—Oiga… Capitán. ¿Seguro que no se ha confundido? Los ribereños del Sur son los hijos de puta, no los del Norte. Esos maleantes… no me extrañaría que se hiciesen pasar por los del Norte solo para engañarle. ¡No son de fiar, ya se lo digo yo! —El engaño, el subterfugio, el amotinamiento… Sí, todo olía a esos cabrones del Sur.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado