18/08/2015, 22:27
El muchacho volvió a clavar sus ojos en el libro mientras contestaba distraído a la joven, paricía no haberse tomado muy bien que no le reconociese pero la verdad que esperaba. Sayaka no era de las que recordaban a los demás, no le hacía falta y tampoco tenía mucho interés. Aún así la joven no desitió en su empeño de fastidiar a aquel empollón que trataba de ser amable con ella.
—Encatada de concerte, onii-chan— canturreó la chica con su infantil tono de voz
"¿Así que no quieres jugar? jujuju" aquel muchacho no sabía que los juegos de aquella chica no se jugaban por voluntad propia, quisiera o no tendría que participar
—Vaya, veo que eres un chico muy aplicado— comentó con su bocecilla mientras se llevaba la mano izquierda hasta su espalda y dirigía su mirada hasta el pequeño rebate donde había plantadas una serie de matas. Justo detrás había unos niños que estaban jugando a lanzar piedras. Sayaka esbozó una dulce sonrisa, pero sus intenciones no eran nada dulces —Seguro que ers muuuuuy inteligente— siguió hablando mientras desde su mano izquierda surgían unos hilos que apresaron a uno de los niños pequeños como si de una marioneta se tratase y lo utilizaba para lanzarle una piedra en toda la nuca a Yoshi. La piedra salió a toda velocidad impactando fuertemente en la cogorata del empollón —Ohhh ¡Estás bien onii-chan!— fingió preocupación ante aquel impactó, momento que aprovechó para disolver los hilos —¡Ha sido uno de esos niños!— dijo señalando a unos críos de unos nueve o diez años que jugaban tras él —¡¿Cómo habeís podido hacerle eso?!—
"Qué empieze el juego jajaja" reía para sus adentros mientras fingía una preocupación infinita
—Encatada de concerte, onii-chan— canturreó la chica con su infantil tono de voz
"¿Así que no quieres jugar? jujuju" aquel muchacho no sabía que los juegos de aquella chica no se jugaban por voluntad propia, quisiera o no tendría que participar
—Vaya, veo que eres un chico muy aplicado— comentó con su bocecilla mientras se llevaba la mano izquierda hasta su espalda y dirigía su mirada hasta el pequeño rebate donde había plantadas una serie de matas. Justo detrás había unos niños que estaban jugando a lanzar piedras. Sayaka esbozó una dulce sonrisa, pero sus intenciones no eran nada dulces —Seguro que ers muuuuuy inteligente— siguió hablando mientras desde su mano izquierda surgían unos hilos que apresaron a uno de los niños pequeños como si de una marioneta se tratase y lo utilizaba para lanzarle una piedra en toda la nuca a Yoshi. La piedra salió a toda velocidad impactando fuertemente en la cogorata del empollón —Ohhh ¡Estás bien onii-chan!— fingió preocupación ante aquel impactó, momento que aprovechó para disolver los hilos —¡Ha sido uno de esos niños!— dijo señalando a unos críos de unos nueve o diez años que jugaban tras él —¡¿Cómo habeís podido hacerle eso?!—
"Qué empieze el juego jajaja" reía para sus adentros mientras fingía una preocupación infinita