25/02/2018, 00:29
(Última modificación: 25/02/2018, 00:30 por Amedama Daruu.)
Ayame se levantó, se acercó a él y se sentó a su vera, apoyando la cabeza en su hombro. Él se sumergió en aquella pequeña piscina de cariño, y apoyó su cabeza en la de ella, haciéndose un hueco entre el pelo.
—Estaba escribiendo —dijo Ayame, con extrema congoja en la voz, y le tendió el cuaderno. Él lo cogió con una mano y leyó las primeras palabras del texto. Arrugó la nariz—. No quiero olvidar. Así que, por si acaso algo sale mal y no podemos salir a tiempo de aquí, he pensado que...
»¿Crees que podemos confiar en Arashihime-san, Daruu-kun?
—No. No confiaría en nadie de este mundo falso —dijo Daruu—. Pero sé que puedo confiar en Kōri-sensei, y él está confiando en ella. Eso me basta. —Apoyó el librillo entre su pierna y la de Ayame y alargó la mano para quitarle el lápiz a Ayame—. Trae.
Daruu apoyó la punta del carboncillo en el texto y tachó. Comenzó a tachar metódicamente, lentamente, línea por línea.
—Este texto no es necesario, Ayame... Saldremos de aquí. Saldremos de aquí. Te lo prometo. Confía en Kōri-sensei. Confía en mí. No moriremos en el altillo de una vieja con aires de grandeza.
—Estaba escribiendo —dijo Ayame, con extrema congoja en la voz, y le tendió el cuaderno. Él lo cogió con una mano y leyó las primeras palabras del texto. Arrugó la nariz—. No quiero olvidar. Así que, por si acaso algo sale mal y no podemos salir a tiempo de aquí, he pensado que...
»¿Crees que podemos confiar en Arashihime-san, Daruu-kun?
—No. No confiaría en nadie de este mundo falso —dijo Daruu—. Pero sé que puedo confiar en Kōri-sensei, y él está confiando en ella. Eso me basta. —Apoyó el librillo entre su pierna y la de Ayame y alargó la mano para quitarle el lápiz a Ayame—. Trae.
Daruu apoyó la punta del carboncillo en el texto y tachó. Comenzó a tachar metódicamente, lentamente, línea por línea.
—Este texto no es necesario, Ayame... Saldremos de aquí. Saldremos de aquí. Te lo prometo. Confía en Kōri-sensei. Confía en mí. No moriremos en el altillo de una vieja con aires de grandeza.