25/02/2018, 18:02
Al final, fue Riko quien, por suerte, logró encontrar la luz. Ahí, entonces, Juro pudo ver el caos.
No se encontraban en el pasillo en el que, segundos antes, habían estado. Juro juraría que estaban en la zona de abajo, donde se encontró con Jin, antes de que su marioneta le atacase y tuviese que ir detrás de él. Juro miró a los lados, con miedo, pero su marioneta no estaba.
« Me va a costar mucho reparar esto »
La luz no era clara. Era sucia. Una luz rojiza. Las paredes parecían onduladas, los cuadros, descolocados, y los rostros, de formes. Todo daba una expresión impactante y muy inquietante.
Juro no supo que pensar. Le empezaba a doler la cabeza. Las piernas le temblaban. Y estaba cansado de aquella cosa. ¿Qué pasaría luego? ¿Realmente conseguirían salir de ahí? Ayame pareció mejorar con la luz, aunque no fuese luz pura. Jin, por otro lado, estaba tirado en el suelo. Parecía muy débil.
« Si realmente fuese un asesino, sería una oportunidad de oro, Jin » — pensó, con ironía. El chico parecía realmente indispuesto.
Ayame se acercó a él para tratar de hallar respuesta. Después, saltó con algo que Juro no acabó de entender.
— Ri... ¡Riko-san! ¡Tú tenías una llave! ¡La que encontramos en la habitación del ala este!
— ¿Tenéis una llave? — murmuró Juro. Supo que no era la de la puerta principal. Al menos, no lo creyó. Después de todo, las piezas debían de servir para algo. Pero si la habían encontrado, tenía que tener alguna utilidad. Era lógico de peensar. Como un juego. La casa jugaba con ellos.
Antes de decir más, Jin dijo algo. Más bien, susurró algo, que se le hizo incluso difícil de escuchar a esa distancia. Juro comprobó, con algo de horror, que el cansancio que sentía no parecía ser solo mental. Jin estaba exhausto. Parecía que algo le ocurría.
—Ma…Ma...…iz.
Juro se arrodilló ante él, tratando de escucharle.
— ¿Maíz? ¿Eso has dicho? — murmuró, hasta volverse a sus compañeros —. Juraría que dijo "Maíz". ¿Creéis que quiere decir algo?
No se encontraban en el pasillo en el que, segundos antes, habían estado. Juro juraría que estaban en la zona de abajo, donde se encontró con Jin, antes de que su marioneta le atacase y tuviese que ir detrás de él. Juro miró a los lados, con miedo, pero su marioneta no estaba.
« Me va a costar mucho reparar esto »
La luz no era clara. Era sucia. Una luz rojiza. Las paredes parecían onduladas, los cuadros, descolocados, y los rostros, de formes. Todo daba una expresión impactante y muy inquietante.
Juro no supo que pensar. Le empezaba a doler la cabeza. Las piernas le temblaban. Y estaba cansado de aquella cosa. ¿Qué pasaría luego? ¿Realmente conseguirían salir de ahí? Ayame pareció mejorar con la luz, aunque no fuese luz pura. Jin, por otro lado, estaba tirado en el suelo. Parecía muy débil.
« Si realmente fuese un asesino, sería una oportunidad de oro, Jin » — pensó, con ironía. El chico parecía realmente indispuesto.
Ayame se acercó a él para tratar de hallar respuesta. Después, saltó con algo que Juro no acabó de entender.
— Ri... ¡Riko-san! ¡Tú tenías una llave! ¡La que encontramos en la habitación del ala este!
— ¿Tenéis una llave? — murmuró Juro. Supo que no era la de la puerta principal. Al menos, no lo creyó. Después de todo, las piezas debían de servir para algo. Pero si la habían encontrado, tenía que tener alguna utilidad. Era lógico de peensar. Como un juego. La casa jugaba con ellos.
Antes de decir más, Jin dijo algo. Más bien, susurró algo, que se le hizo incluso difícil de escuchar a esa distancia. Juro comprobó, con algo de horror, que el cansancio que sentía no parecía ser solo mental. Jin estaba exhausto. Parecía que algo le ocurría.
—Ma…Ma...…iz.
Juro se arrodilló ante él, tratando de escucharle.
— ¿Maíz? ¿Eso has dicho? — murmuró, hasta volverse a sus compañeros —. Juraría que dijo "Maíz". ¿Creéis que quiere decir algo?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60