26/02/2018, 18:09
Asintió al consejo de Riko, y subió la mano derecha en un claro gesto para que aguardara por él.
—Vale, dame un segundo.
El tiburón se acercó hasta el riachuelo en donde se hubo ocultado durante la fugaz batalla, y metió las manos para sacar agua. Bebió cuanto pudo —sin un termo en mano, necesitaba estar lo más hidratado posible— y siguió a Riko hasta la cima de algún árbol cercano. Una vez arriba, trató de ponerse lo más cómodo que se podía permitir sobre tan dura corteza.
—Y bueno, Riko, ¿qué te trajo ésta vez a Shinogi-To? ¿no habrás venido a mis tierras buscando problemas, no?
—Vale, dame un segundo.
El tiburón se acercó hasta el riachuelo en donde se hubo ocultado durante la fugaz batalla, y metió las manos para sacar agua. Bebió cuanto pudo —sin un termo en mano, necesitaba estar lo más hidratado posible— y siguió a Riko hasta la cima de algún árbol cercano. Una vez arriba, trató de ponerse lo más cómodo que se podía permitir sobre tan dura corteza.
—Y bueno, Riko, ¿qué te trajo ésta vez a Shinogi-To? ¿no habrás venido a mis tierras buscando problemas, no?