20/08/2015, 12:11
La respuesta del muchacho casi le sacó una sonrisa, una verdadera sonrisa, pero el control que la chica tenía sobre sus dos caras era excelente. Así que siguió fingiendo, lo mejor que sabía hacer
—Por supuesto, onii-chan— convino la chica con sus voz dulzona y llena de inocencia —¡Odio a los abusones!— apuntó con convicción
"¿Quién querría aprovecharse de los débiles? Yo por supuesto, adoro ver la impotencia en sus caras, escuchar sus suplicas... ¿A quién no le gusta sentirse a sí de podereso? Claramente, a los débiles, a los que carecen de fuerza para imponerse y buscan el consuelo ocultando su debilidad, culpando al fuerte por imponerse... ¡malditas ratas!" sin lugar dudas, Sayaka no podía estar más en desacuerdo pero no pretendía iniciar una charla ideológica que no llevaría a ninguna parte, hablar no sirve para nada, eso lo sabe todo el mundo. Lo mejor es torturar a tu adversario hasta que te de la razón
El pelicastaño por su parte, había aceptado de buen grado participar en la carrera que proponía la pequeña, incluso levanto su trasero del banco al que lo tenía pegado
—¡Bien!— celebró la pequeña —¡Una carrera! ¡Una carrera!
El chico apuntó que esperaba estar a la altura de las circunstancias, no quería que Sayaka se aburriera
—Tranquilo, estoy segura de que será divertido—
"Y vaya si lo será" rió para sus adentros "Vamos a pasar un día inolvidable"
Yoshi dejó que fuese la pequeña la que diese la salida, así que Sayaka salió corriendo para después gritar
—¡Ya!— instante que aprovechaba para dejar escapar una leve sonrisa, pero no una inocente esta vez. Ahora que no podía verle, se permitió el lujo de dejar que su verdadera cara aflorase por unos instantes. Todo era tan divertido
—Por supuesto, onii-chan— convino la chica con sus voz dulzona y llena de inocencia —¡Odio a los abusones!— apuntó con convicción
"¿Quién querría aprovecharse de los débiles? Yo por supuesto, adoro ver la impotencia en sus caras, escuchar sus suplicas... ¿A quién no le gusta sentirse a sí de podereso? Claramente, a los débiles, a los que carecen de fuerza para imponerse y buscan el consuelo ocultando su debilidad, culpando al fuerte por imponerse... ¡malditas ratas!" sin lugar dudas, Sayaka no podía estar más en desacuerdo pero no pretendía iniciar una charla ideológica que no llevaría a ninguna parte, hablar no sirve para nada, eso lo sabe todo el mundo. Lo mejor es torturar a tu adversario hasta que te de la razón
El pelicastaño por su parte, había aceptado de buen grado participar en la carrera que proponía la pequeña, incluso levanto su trasero del banco al que lo tenía pegado
—¡Bien!— celebró la pequeña —¡Una carrera! ¡Una carrera!
El chico apuntó que esperaba estar a la altura de las circunstancias, no quería que Sayaka se aburriera
—Tranquilo, estoy segura de que será divertido—
"Y vaya si lo será" rió para sus adentros "Vamos a pasar un día inolvidable"
Yoshi dejó que fuese la pequeña la que diese la salida, así que Sayaka salió corriendo para después gritar
—¡Ya!— instante que aprovechaba para dejar escapar una leve sonrisa, pero no una inocente esta vez. Ahora que no podía verle, se permitió el lujo de dejar que su verdadera cara aflorase por unos instantes. Todo era tan divertido