5/04/2018, 02:02
"Quizá este sea un buen momento para parar a comer..."
Daigo caminaba con paso lento, incluso cansado mientras viajaba por el Bosque de Hongos, pues tan solo había alcanzado a comer una vez durante el día que llevaba de viaje.
"No, debería guardar provisiones para lo que queda de viaje. Si mantengo este ritmo me quedará comida para cuando regrese del Valle del Fin."
En cuanto el peliverde pensó aquello, su estómago le rugió de vuelta.
Vestido con una sudadera verde; sin ningún adorno, y el cabello recogido por la bandana de Kusagakure, el peliverde continuaba abriéndose paso por el bosque llevando sus provisiones en una amplia mochila gris que llevaba a sus espaldas.
"Si lo consigo calcular todo bien, quizá pueda quedarme allí un par de días antes de tener que volver..."
Suspiró.
"...Espero que valga la pena el viaje."
Luego de un par de minutos caminando, Daigo pudo ver a no mucha distancia a una chica cuyo pelo plateado resaltaba ligeramente entre las sombras que se habían formado en el lugar.
"¿Está viajando sola? Qué raro..." pensó, pero no tardó en darse cuenta de que él estaba haciendo lo mismo.
Aquella chica parecía estar muy ocupada buscando algo, pues caminaba cuidadosamente mientras rebuscaba entre las rocas que había en el camino.
Luego de pensárselo unos pocos segundos Daigo decidió acercarse. Quizá podría ayudar en algo.
—Uuuh... disculpa —intentó llamar su atención con una sonrisa amable—, ¿necesitas ayuda?
Daigo caminaba con paso lento, incluso cansado mientras viajaba por el Bosque de Hongos, pues tan solo había alcanzado a comer una vez durante el día que llevaba de viaje.
"No, debería guardar provisiones para lo que queda de viaje. Si mantengo este ritmo me quedará comida para cuando regrese del Valle del Fin."
En cuanto el peliverde pensó aquello, su estómago le rugió de vuelta.
Vestido con una sudadera verde; sin ningún adorno, y el cabello recogido por la bandana de Kusagakure, el peliverde continuaba abriéndose paso por el bosque llevando sus provisiones en una amplia mochila gris que llevaba a sus espaldas.
"Si lo consigo calcular todo bien, quizá pueda quedarme allí un par de días antes de tener que volver..."
Suspiró.
"...Espero que valga la pena el viaje."
Luego de un par de minutos caminando, Daigo pudo ver a no mucha distancia a una chica cuyo pelo plateado resaltaba ligeramente entre las sombras que se habían formado en el lugar.
"¿Está viajando sola? Qué raro..." pensó, pero no tardó en darse cuenta de que él estaba haciendo lo mismo.
Aquella chica parecía estar muy ocupada buscando algo, pues caminaba cuidadosamente mientras rebuscaba entre las rocas que había en el camino.
Luego de pensárselo unos pocos segundos Daigo decidió acercarse. Quizá podría ayudar en algo.
—Uuuh... disculpa —intentó llamar su atención con una sonrisa amable—, ¿necesitas ayuda?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.