5/04/2018, 17:24
La peliplateada volvió a enrojecerse cuando le besé la mano, aunque yo estaba demasiado atareado como para percatarme. Temía más otro bofetón que otra cosa, la verdad. Pero no sucedió nada. simplemente mantuvo la mano y no se echó para atrás hasta que dejé libre su mano.
Aquello fue una buena demostración de la gennin en sus intenciones de reiniciar su relación de amistad conmigo y lo valoraba de forma positiva. Ahora solo quedaba... Kumopansa.
Taeko también quería llevarse bien con la jodida araña. Manda cojones.
Extendió la mano hasta la posición de la ocho ojos, quizás con la esperanza de que esta vez supiera comportarse y de forma cautelosa, lancé una mirada de aviso a Kumopansa. El arácnido miró la delicada mano de Taeko y luego su rostro, repitgiendo aquello un par de veces más y luego...
... Luego saltó sobre su extremidad radiante de felicidad, así lo denotaba su erizado bello y la intensidad de sus orbes carmesí.
— ¡¿Quieres jugar?!
Al ver aquello me llevé la mano a la frente de forma automática sin saber exactamente como reaccionar.
«Maldita sea... ¿No podía tocarme una araña normal?»
Aquello fue una buena demostración de la gennin en sus intenciones de reiniciar su relación de amistad conmigo y lo valoraba de forma positiva. Ahora solo quedaba... Kumopansa.
Taeko también quería llevarse bien con la jodida araña. Manda cojones.
Extendió la mano hasta la posición de la ocho ojos, quizás con la esperanza de que esta vez supiera comportarse y de forma cautelosa, lancé una mirada de aviso a Kumopansa. El arácnido miró la delicada mano de Taeko y luego su rostro, repitgiendo aquello un par de veces más y luego...
... Luego saltó sobre su extremidad radiante de felicidad, así lo denotaba su erizado bello y la intensidad de sus orbes carmesí.
— ¡¿Quieres jugar?!
Al ver aquello me llevé la mano a la frente de forma automática sin saber exactamente como reaccionar.
«Maldita sea... ¿No podía tocarme una araña normal?»
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa