12/04/2018, 00:09
La energía y la buena vibra del cocinero le fue contagiada a la kunoichi -Eso me contaron, hace unos días mis padres vinieron por aquí y había arreglado con mi hermano para venir, pero tuvo que presentarse ante Arashikage-sama para cumplir con una misión- y ahí estaba la razón de porque la joven Yamanaka se había presentado sola en el pequeño comercio, con todo el viaje que eso conllevaba.
Un pequeño suspiro, que en realidad era un bufido de lo más pesado se escapó de labios de la rubia en el preciso momento en el que el tuerto la trataba de metiche «Discúlpame por preocuparme por ti cuando llorabas a moco tendido en la puerta de mi casa» se dijo la kunoichi de cabellos dorados en pensamientos, ignorando por completo de que en realidad, el tuerto la odiaba por una única y estúpida razón: su color de cabello, desconocia que el hecho de que sus cabellos dorados como un día soleado era la causa de esta especie de guerra...Aunque la realidad era que solo el estaba en guerra.
A todo esto, parecía que Reika se equivocaba, ambos muchachos eran desconocidos y se habían encontrado aquí piratas obra de la casualidad, quizá, al igual que ella, habían llegado a este precario puesto guiados por los rumores «Los rumores se esparcen muy rápido por toda Oonindo...Y yo dejando que este mocoso que no hace nada por su propia vida más que hacer bromas, hable mal de mi...Como si supiera algo de mi»
Un pequeño suspiro, que en realidad era un bufido de lo más pesado se escapó de labios de la rubia en el preciso momento en el que el tuerto la trataba de metiche «Discúlpame por preocuparme por ti cuando llorabas a moco tendido en la puerta de mi casa» se dijo la kunoichi de cabellos dorados en pensamientos, ignorando por completo de que en realidad, el tuerto la odiaba por una única y estúpida razón: su color de cabello, desconocia que el hecho de que sus cabellos dorados como un día soleado era la causa de esta especie de guerra...Aunque la realidad era que solo el estaba en guerra.
A todo esto, parecía que Reika se equivocaba, ambos muchachos eran desconocidos y se habían encontrado aquí piratas obra de la casualidad, quizá, al igual que ella, habían llegado a este precario puesto guiados por los rumores «Los rumores se esparcen muy rápido por toda Oonindo...Y yo dejando que este mocoso que no hace nada por su propia vida más que hacer bromas, hable mal de mi...Como si supiera algo de mi»
Hablo - Pienso - Telepatía