17/04/2018, 10:05
Daruu se arrastró lentamente hasta la pared en la que estaba apoyando Datsue e hizo lo propio. Charlando distraidamente, casi habían olvidado que se estaban pegando. Aunque había que reconocer que, distorsionado y con náuseas, el lenguaje de las hostias había sido bastante más fácil de entender.
—Shi… Shi eshto fora unha película, Daruu… Ajora aparecería el malo y… nosh apalizaría y ghobaría los jyos. Lo llaman… Lo llaman… Lo llaman… Shiro da torca. Pero io lo iamo Kusayazo. ¡Porque hay que ser muy kuzajeño para no verlo venir!
Daruu rio a lágrima viva, rio como no había reído jamás. En un alarde de compañerismo, el muchacho pasó el brazo por detrás del hombro de Datsue.
—Shí eh... Habría que sher... HIP, muy kuzajeño. Eshto, por shierto, ¿no cresh que deberíamosh haber guardado la balleshta cerca? Por shi acasho nada másh.
—Tiene gracia, ¿eh, hijos de la gran puta? El kusareño ha encontrado la ballesta.
—¡AAAAAAAH!
Allí estaba, a tres metros de ellos. Un desaliñado y sangriento Capitán que, ahora, no empuñaba sólo una ballesta sino dos. Y les apuntaba directamente.
—Hijos de puta, os habéis bebido el único tesoro que quedaba. Espero que os siente como el culo antes de que el virote os atraviese el gaznate.
—Primero tendrásh que vencher a nuestro gran chutsu combinado.
—¿Qué jutsu combinado?
—EL QGUÉ TENJO AQUI JOLGADO, JAJAJAJA.
—Morid. —El Capitán entrecerró los ojos y accionó el gatillo de las ballestas.
—Shi… Shi eshto fora unha película, Daruu… Ajora aparecería el malo y… nosh apalizaría y ghobaría los jyos. Lo llaman… Lo llaman… Lo llaman… Shiro da torca. Pero io lo iamo Kusayazo. ¡Porque hay que ser muy kuzajeño para no verlo venir!
Daruu rio a lágrima viva, rio como no había reído jamás. En un alarde de compañerismo, el muchacho pasó el brazo por detrás del hombro de Datsue.
—Shí eh... Habría que sher... HIP, muy kuzajeño. Eshto, por shierto, ¿no cresh que deberíamosh haber guardado la balleshta cerca? Por shi acasho nada másh.
—Tiene gracia, ¿eh, hijos de la gran puta? El kusareño ha encontrado la ballesta.
—¡AAAAAAAH!
Allí estaba, a tres metros de ellos. Un desaliñado y sangriento Capitán que, ahora, no empuñaba sólo una ballesta sino dos. Y les apuntaba directamente.
—Hijos de puta, os habéis bebido el único tesoro que quedaba. Espero que os siente como el culo antes de que el virote os atraviese el gaznate.
—Primero tendrásh que vencher a nuestro gran chutsu combinado.
—¿Qué jutsu combinado?
—EL QGUÉ TENJO AQUI JOLGADO, JAJAJAJA.
—Morid. —El Capitán entrecerró los ojos y accionó el gatillo de las ballestas.