28/04/2018, 14:14
Daruu despertó, de nuevo, en una camilla de hospital. «¡Oh, no!», se lamentó de inmediato, en cuanto tuvo conciencia suficiente sobre dónde se encontraba. Esta vez no tenía gotero y las heridas sólo eran superficiales —le dolía, pero también sentía un hormigueo que indicaba que le habían administrado alguna especie de analgésico—. Inmediatamente trató de levantarse de la cama. Podía moverse, bien. Giró las muñecas, se estiró las piernas y el cuello y se acercó al armario para recuperar su ropa.