28/04/2018, 16:24
La reacción del muchacho no se hizo esperar. Una reacción que, proviniendo de aquel inquieto muchacho, Zetsuo ya se había esperado y para la que ya se había preparado.
Por eso ni siquiera movió un músculo cuando Daruu echó a correr hacia la ventana, cargando con todos sus bártulos. Porque cuando el genin llegó hasta ella y trató de abrirla, se dio cuenta de que estaba firmemente cerrada.
Los labios de Zetsuo se torcieron en una ladina sonrisa.
—¿A qué viene tanta prisa? —preguntó, con fingida inocencia, apoyado contra la puerta de salida.
Por eso ni siquiera movió un músculo cuando Daruu echó a correr hacia la ventana, cargando con todos sus bártulos. Porque cuando el genin llegó hasta ella y trató de abrirla, se dio cuenta de que estaba firmemente cerrada.
Los labios de Zetsuo se torcieron en una ladina sonrisa.
—¿A qué viene tanta prisa? —preguntó, con fingida inocencia, apoyado contra la puerta de salida.