Los árboles satánicos

[Uzumaki Eri]

Ambos shinobi se reunieron con el Inuzuka, el cual les estaba esperando nada más bajar las escaleras.

— No ha estado mal. Siendo un kuseño y dos uzuneses, poco podíamos hacer en un concurso sobre Amegakure. Bueno, Eri-chan, Tomate-kun, ¿quereis que nos quedemos a ver como acaba? O... ¿nos vamos yendo antes de que le lancen una cebolla a Juro y acabe convirtiendose en ensalada? Como es un lechugo, le han tirado tomate y con una cebolla se hará ensalada, ¿lo pilláis?

—Ten un poco de consideración, Nabi —regañó ella, poniendo los brazos en jarra —. No todos tenemos los reflejos suficientes como para poder cazar el tomate al vuelo y comértelo. Además, no nos lo esperábamos, era el primer torneo que hacíamos, después de todo...

La kunoichi se giró a Juro, con rostro entristecido.

—Lo siento mucho Juro —se disculpó la chica —. Creo que no me he portado bien contigo y me parece horrible, siento haberte dejado todo el trabajo para ti... —no había estado receptiva, y la verdad es que parecía que se le habían cruzado los cables aquel día —. Creo que lo mejor será que me vaya, no sé qué me pasa hoy, pero espero no cagarla más.

Se encogió de hombros, esperando a escuchar las respuestas de sus acompañantes.