30/04/2018, 16:42
El mayor de ambos Riko adoptó un semblante duro, y contestó al menor de una forma directa, clara y concisa, sin ningún tipo de rodeo. El menor fue borrando lentamente la sonrisa de su rostro, dando paso a una mueca de tristeza absoluta, hasta estar al borde de las lágrimas.
Por su parte el albino mayor se dirigió a la puerta, pero antes de que pudiese abrirla del todo, el menor se lanzó sobre él, clavándole las uñas en los brazos, ofendido y dañado por las palabras que le había dedicado segundos atrás.
—¡MIENTES! —exclamó con una voz tan desgarradora como enojada —. ¡MAMÁ Y PAPÁ DIJERON QUE VOLVERÍAN, LO PROMETIERON! —decía el menor, empujándole con su poca fuerza, hasta que los dos fueron arrollados fuera de la habitación.
Al pasar la puerta Riko se encontraría en el patio de la mansión, oscuro, lúgubre, lleno de matorrales y vegetación densa, con tonos apagados. Frente a ellos se alzaba la gran verja que separaba la mansión de su libertad. Lejos de allí, unos cuantos metros para ser exactos; había un pequeño cobertizo, de puerta oxidada y ventanas medio rotas. Del lugar parecía emerger una luz poco común en aquel lugar.
El menor de ambos seguía sollozando y chillándole a Riko, incapaz de creer lo que había escuchado.
Por su parte el albino mayor se dirigió a la puerta, pero antes de que pudiese abrirla del todo, el menor se lanzó sobre él, clavándole las uñas en los brazos, ofendido y dañado por las palabras que le había dedicado segundos atrás.
—¡MIENTES! —exclamó con una voz tan desgarradora como enojada —. ¡MAMÁ Y PAPÁ DIJERON QUE VOLVERÍAN, LO PROMETIERON! —decía el menor, empujándole con su poca fuerza, hasta que los dos fueron arrollados fuera de la habitación.
Al pasar la puerta Riko se encontraría en el patio de la mansión, oscuro, lúgubre, lleno de matorrales y vegetación densa, con tonos apagados. Frente a ellos se alzaba la gran verja que separaba la mansión de su libertad. Lejos de allí, unos cuantos metros para ser exactos; había un pequeño cobertizo, de puerta oxidada y ventanas medio rotas. Del lugar parecía emerger una luz poco común en aquel lugar.
El menor de ambos seguía sollozando y chillándole a Riko, incapaz de creer lo que había escuchado.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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