30/04/2018, 19:47
—¿No tienes hambre ni sed? —escuchó la voz de Jin desde la puerta, y antes de que oudiera responderle con la voz, fue su estómago el que lo hizo. Ayame se sonrojó—. Llevamos aquí tal vez horas, igual menos, pero se siente como si lleváramos muchísimas horas y yo si que noto el hambre, aunque sea solo por el maíz.
No lo había pensado hasta el momento, quizás por el terror y el estrés que estaba sufriendo, pero, ¿cuánto tiempo llevaban allí dentro? Se le antojaban meses... y no podía negar que tenía mucho hambre... Y mucha sed.
Y para una Hozuki como ella eso era...
—Ya... Ya me atiborraré cuando salgamos de aquí... —sentenció, sacudiendo la cabeza al tiempo que cerraba la nevera y se acercaba a su compañero para tenderle la ración de maíz que no había guardado. Sonrió—. Yo aún puedo aguantar un poco más, así que démonos prisa y encontremos a los demás, Jin-san.
No lo había pensado hasta el momento, quizás por el terror y el estrés que estaba sufriendo, pero, ¿cuánto tiempo llevaban allí dentro? Se le antojaban meses... y no podía negar que tenía mucho hambre... Y mucha sed.
Y para una Hozuki como ella eso era...
—Ya... Ya me atiborraré cuando salgamos de aquí... —sentenció, sacudiendo la cabeza al tiempo que cerraba la nevera y se acercaba a su compañero para tenderle la ración de maíz que no había guardado. Sonrió—. Yo aún puedo aguantar un poco más, así que démonos prisa y encontremos a los demás, Jin-san.