1/05/2018, 23:12
El chico del parche balbuceó algo sin importancia, al parecer prefirió omitir su comentario o no sé que cosa... El problema radico luego... Este sujeto se atrevió a dar una sonora palmada que retumbó por toda el área, no, no, mi error, no uno, sino dos y hasta tres, todas frente a mi rostro...
—Nene, despierta—
"¡¿Nene!?"
Sí bien me encontraba más allá de la frontera que unía el mundo real al reino de morfeo, bastaron unas pocas palabras y aquellas palmadas para que mi ser volviese a mi cuerpo sin mucho esfuerzo. —¿Qué crees que haces?— Pregunté con un evidente tono de molestia.
—Estás que echas baba por la boca, ¿no has dormido bien o qué? Sigue así y el bibliotecario te va a encontrar desparramado en la mesa— Negó con la cabeza. —Además, hasta aquí se huele el aroma a café, que bien deberías saber que no es tan útil para remediar el sueño cómo la gente cree. Yo que tú recogería este relajo y me iría a echar un cuaje—
—No estoy durmiendo.— Me apresuré a decir y entonces me dispuse a ordenar un poco los libros y pergaminos que estaban a mi alrededor. —Y hasta donde sé no es un crimen oler a café.— Solté luego de su recomendación.
—Y no, no me iré todavía, apenas estoy empezando.— Confirmé y entonces me dispuse a enfrentarle, visualmente hablando claro. —Hay varias mesas... ¿Cual es el problema?— Pregunté mientras mis cansados ojos miraban los suyos, esta vez sí podría decirse que se trataba de algún tipo de reto.
—Nene, despierta—
"¡¿Nene!?"
Sí bien me encontraba más allá de la frontera que unía el mundo real al reino de morfeo, bastaron unas pocas palabras y aquellas palmadas para que mi ser volviese a mi cuerpo sin mucho esfuerzo. —¿Qué crees que haces?— Pregunté con un evidente tono de molestia.
—Estás que echas baba por la boca, ¿no has dormido bien o qué? Sigue así y el bibliotecario te va a encontrar desparramado en la mesa— Negó con la cabeza. —Además, hasta aquí se huele el aroma a café, que bien deberías saber que no es tan útil para remediar el sueño cómo la gente cree. Yo que tú recogería este relajo y me iría a echar un cuaje—
—No estoy durmiendo.— Me apresuré a decir y entonces me dispuse a ordenar un poco los libros y pergaminos que estaban a mi alrededor. —Y hasta donde sé no es un crimen oler a café.— Solté luego de su recomendación.
—Y no, no me iré todavía, apenas estoy empezando.— Confirmé y entonces me dispuse a enfrentarle, visualmente hablando claro. —Hay varias mesas... ¿Cual es el problema?— Pregunté mientras mis cansados ojos miraban los suyos, esta vez sí podría decirse que se trataba de algún tipo de reto.