2/05/2018, 01:09
El Isa estaba tan centrado en sus asuntos que no le prestó atención al balbuceo del otro, aunque de todas formas no era muy difícil ignorarlo. La concentración era tal que incluso una gota de sudor podía verse rodando por el lateral de su cabeza. Fue entonces cuando una brillante idea se le ocurrió. Irguió la espalda y extendió el texto en el centro, apiló el resto en la esquina ya que sólo iban a estorbarle. Tomó varias hojas de papel y las colocó alrededor de la libreta.
Todo esto lo hacía en la ausencia de Keisuke, el cual había acudido al llamado de la naturaleza para descargar la vejiga con toda seguridad.
El último de los preparativos fue tomar un marcador y dibujar improvisadas fórmulas en los papeles... Debía romper lo que fuese que protegiese el texto. Con toda decisión colocó las manos y aplicó algo de chakra, para que luego una pequeña nube de humo acompañada de un puff cubriese la libreta. "Al fin, maldita sea. Sabía que papá había hecho esto, aunque no pensaba que fuese tan fácil de romper." Las letras que antes no eran legibles tomaron una forma más natural, aunque todavía permanecían codificadas. "Sólo es de cotejarlo con lo del libro gordo y tendré mi premio." Pensaba aliviado.
Sin embargo, en cuanto quiso recoger el libro, se dio cuenta de que no se movía para nada. Era cómo si estuviese adherido con un pegamento muy fuerte al mueble. "No me digan que..." Quiso despegar la libreta, los papeles y los pergaminos. Ninguno dio resultado.
—Me lleva la que me trajo— Maldijo por lo bajo.
Cómo era de imaginar, todo, y dígase TODO lo que estaba en la mesa era imposible de retirar. Incluidos los textos del otro genin y los vasos. "Mierda, tengo que buscar la manera de arreglarlo y rápido." Para cuando Keisuke regresara de los sanitarios, vería a un Kagetsuna parado con los brazos cruzados enfrente de la mesa, mirando de un lado a otro.
Todo esto lo hacía en la ausencia de Keisuke, el cual había acudido al llamado de la naturaleza para descargar la vejiga con toda seguridad.
El último de los preparativos fue tomar un marcador y dibujar improvisadas fórmulas en los papeles... Debía romper lo que fuese que protegiese el texto. Con toda decisión colocó las manos y aplicó algo de chakra, para que luego una pequeña nube de humo acompañada de un puff cubriese la libreta. "Al fin, maldita sea. Sabía que papá había hecho esto, aunque no pensaba que fuese tan fácil de romper." Las letras que antes no eran legibles tomaron una forma más natural, aunque todavía permanecían codificadas. "Sólo es de cotejarlo con lo del libro gordo y tendré mi premio." Pensaba aliviado.
Sin embargo, en cuanto quiso recoger el libro, se dio cuenta de que no se movía para nada. Era cómo si estuviese adherido con un pegamento muy fuerte al mueble. "No me digan que..." Quiso despegar la libreta, los papeles y los pergaminos. Ninguno dio resultado.
—Me lleva la que me trajo— Maldijo por lo bajo.
Cómo era de imaginar, todo, y dígase TODO lo que estaba en la mesa era imposible de retirar. Incluidos los textos del otro genin y los vasos. "Mierda, tengo que buscar la manera de arreglarlo y rápido." Para cuando Keisuke regresara de los sanitarios, vería a un Kagetsuna parado con los brazos cruzados enfrente de la mesa, mirando de un lado a otro.