11/05/2018, 21:55
(Última modificación: 11/05/2018, 22:45 por Inuzuka Etsu.)
Su fábula no tardaría mucho en eclipsar. Tan seco y extraño como el gañe de un zorro, la situación parecía empeorar para el Inuzuka por momentos. No quería cooperar con los recientes anunciados en el restaurante, y éstos parecían dispuestos a hacerle cooperar; fuese por las buenas, o por las no tan buenas.
«¿Qué leches les pasa a éstos dos?» pensó el Inuzuka, mirando de reojo al dúo.
La contienda seguía, y dado que el chico se opuso a cooperar, uno de los tipos sacó su arma, y todo parecía indicar que no podría terminar de comer tranquilo. El rastas golpeó levemente la barra con los palillos, dejando los útiles de madera en el acto sobre la misma. Dejó caer un suspiro, y se dio la vuelta hacia los gorilas con cicatrices.
—¿¡En serio!? no podéis ponerme un dedo encima, porque dejaríais de cobrar. Por no hablar que de hacerlo puedo daros una paliza a ambos. Soy el mejor alumno de Tekken, y lo sabéis.
Su gemelo comía plácidamente, pasando de todo. Con parsimonia y tranquilidad, se dedicaba plenamente a lo suyo. Sabía que Etsu iba a estar bien, sabía cuidarse por sí mismo, aunque por desgracia para éste, su comida no andaba en iguales condiciones... Akane siempre se aprovechaba de ésto, siempre terminaban así ese tipo de situaciones. Al final sería con Akane con quien tendría que discutir acerca de que dejase en paz su comida...
—¿Y si te corto la cabeza y pido un rescate por tu cuerpo, mocoso? —escupió al suelo, desafiando al chico —quizás sea mi último sueldo, pero lo celebraré rodeado de golfas y mucho alcohol...
Etsu de nuevo suspiró, sin comprender porqué era tan insistente —No des mas la tabarra... ¿va? —contestó tedioso —dejadme en paz un rato, solo quiero comer tranquilo. Tomaos una cerveza, os invito... pero dejad de darme la lata.
El tipo afianzó aún mas la katana con las manos, obviamente no estaba de acuerdo con el trato que el chico proponía. Echó una mirada hacia su compañero, el otro semi-gorila. El tipo le devolvió la mirada, no se le veía convencido de hacerlo. Quizás porque sabía que en parte el rastas tenía razón, o simplemente porque le apetecía la cerveza... o mantener el trabajo.
Pero todo parecía apuntar a que se iba a liar en breve. Si.
«¿Qué leches les pasa a éstos dos?» pensó el Inuzuka, mirando de reojo al dúo.
La contienda seguía, y dado que el chico se opuso a cooperar, uno de los tipos sacó su arma, y todo parecía indicar que no podría terminar de comer tranquilo. El rastas golpeó levemente la barra con los palillos, dejando los útiles de madera en el acto sobre la misma. Dejó caer un suspiro, y se dio la vuelta hacia los gorilas con cicatrices.
—¿¡En serio!? no podéis ponerme un dedo encima, porque dejaríais de cobrar. Por no hablar que de hacerlo puedo daros una paliza a ambos. Soy el mejor alumno de Tekken, y lo sabéis.
Su gemelo comía plácidamente, pasando de todo. Con parsimonia y tranquilidad, se dedicaba plenamente a lo suyo. Sabía que Etsu iba a estar bien, sabía cuidarse por sí mismo, aunque por desgracia para éste, su comida no andaba en iguales condiciones... Akane siempre se aprovechaba de ésto, siempre terminaban así ese tipo de situaciones. Al final sería con Akane con quien tendría que discutir acerca de que dejase en paz su comida...
—¿Y si te corto la cabeza y pido un rescate por tu cuerpo, mocoso? —escupió al suelo, desafiando al chico —quizás sea mi último sueldo, pero lo celebraré rodeado de golfas y mucho alcohol...
Etsu de nuevo suspiró, sin comprender porqué era tan insistente —No des mas la tabarra... ¿va? —contestó tedioso —dejadme en paz un rato, solo quiero comer tranquilo. Tomaos una cerveza, os invito... pero dejad de darme la lata.
El tipo afianzó aún mas la katana con las manos, obviamente no estaba de acuerdo con el trato que el chico proponía. Echó una mirada hacia su compañero, el otro semi-gorila. El tipo le devolvió la mirada, no se le veía convencido de hacerlo. Quizás porque sabía que en parte el rastas tenía razón, o simplemente porque le apetecía la cerveza... o mantener el trabajo.
Pero todo parecía apuntar a que se iba a liar en breve. Si.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~